4

32 2 0
                                    

Después de haber regresado a mi casa y haber rechazado las llamadas de Athan, pase mi día tratando de relajarme, finalmente aún no daban ni las 4 de la tarde y no tenía mucho por hacer. La casa de Jillian estaba cerca, tal vez una visita rápida no estaría mal.

A lo lejos pude observar que un camión estaba bajando unas cuántas cosas para adentrarlas en la casa de Jillian, otros sacaban unas cosas de la casa y las metían en el camión, cuando estuve más cerca vi a Jillian haciendo señas con los brazos.

-¿Para qué es todo esto?- pregunté cuando estuve lo suficientemente cerca de ella.
Volteó a verme y después sonrió.

-Estoy remodelando la casa, como verás hay cosas que ya no me sirven y algo nuevo no esta mal.

-Ya veo. ¿Y cuánto tiempo llevará esto?

-Ya están terminando, sólo faltan unos sillones y es todo. ¿Entramos?- asenti con la cabeza, ella avanzó dentro de la casa y yo seguí su paso, aunque fui un poco más lenta que ella ya que estaba observando lo que habían sacado.

-Entonces llegue en buen momento para decirte que me han dado el trabajo- trate de sonar desinteresada. Jillian se detuvo de golpe y volteó bruscamente hacia mi.

-No-dijo incrédula- ¡Lo sabía!- se apresuró a llegar a mi lado y abrazarme efusivamente- Es una gran noticia.

-Lo sé- dije con la misma emoción.

-¿Cuándo empiezas?- me soltó de su agarre y camino a la cocina por unos vasos.

-Me enviará la hora en la que debo presentarme.

-Eso es aún mejor. ¿Jugo o vino?

-Ninguno- me sente en uno de sus nuevos sillones color agua a esperarla.
No me hizo caso de todas formas, se acercó con dos copas y una botella de vino, después de servir ambas se sentó junto a mi y después brindamos.

-¿Cuándo regresa Athan? Creo que lo mencionó pero no recuerdo.

- El miércoles o tal vez jueves.

-¿No le has dicho?

-No- negué- se lo diré en persona, y para que no escuche otra conversación para que se entere, tu eres la única que le he contado así que no tendrás con quien hablar de esto.

-Entonces- acercó su copa a la mía- es un placer ser la primera en saber.
Choque mi copa junto con la suya, después de esto mi celular vibró indicando que había recibido un mensaje.
El número que aparecía no lo tenía registrado, estaba bastante segura de que se trataba de mi nueva jefa, sin más que pensar lo abrí rápidamente.

"Te esperamos a las 9:00 el lunes. Si tu quieres venir mañana a dejar algunas cosas para acomodarlas en tu área de trabajo puedes hacerlo, igual y aprovechamos para discutir tus días de descanso y horarios. Per"

-Al parecer empezaré el lunes- le avise a Jill mirándola con una mirada traviesa. Ella me contesto el gesto de igual forma con una sonrisa- también mencionó algo de que podía ir mañana para acomodar mis cosas y discutir mis horarios.

-¿Vas a ir?

-No, siento que me veré como alguien desesperada por esto y si no voy pensará que no me importa mucho.

-Podrías ir en la tarde tal vez...

-Tal vez. ¿Quieres acompañarme?

-¡Si!- contesto emocionada.

-Te veré mañana- coloque la copa vacía en la mesa que estaba frente a nosotras y me levante- ahora estoy algo cansada y quiero ir a dormir, en verdad que mis párpados comienzan a pesar.

Tiempo De Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora