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Ámbar Pov's

Ese beso era diferente del otro. Simón me besaba con más pasión, me agarraba de la cintura para que nuestros cuerpos estuvieran más cerca – si es que se podía. No voy a negar, me estaba gustando mucho el beso pero no sentía que era lo correcto a hacer ahora. No estaba en mi mejor momento y ni siquiera eramos algo para que él viniera y me besara cómo si nada.

Me separé del beso bruscamente con una cara de enojo. Simón me miró y frunció el ceño.

— ¿No te gustó el beso? — intentó acercarse a mi pero me alejé y mis ojos se cristalizaron — ¿Te hice daño, bonita? — preguntó prepcupado.

Hasta en ese momento, que yo lo quería lejos, no dejaba de ser tierno.

— ¿Quién te dió el permiso para besarme? — le grité sintiendo el enojo — no ves que no somos nada, y no podés besar a alguien cuando se te de las ganas.

No le quería decir eso pero las palabras salían solas sin que yo las quisiera decir.

— Perdón, Ámbar, pensé que... — lo interrumpí.

— Pensaste mal — le dije y salí de los lockers super enojada.

Me fui a la pista para poder patinar, y ver si me olvidaba de todo lo que pasó en solo un día. Mi madrina está completamente loca, volví a hablar con Matteo y eso era bueno, Simón y yo peleamos y nos besamos. Todo fue una locura en menos de 24 horas.

Estaba patinando tan rápido que no sabía ni lo que estaba haciendo, no tenía una idea de que estaba pasando a mi alrededor.

Escuché a alguien aplaudir, me giré para encontrarme con Juliana con una sonrisa . Esto me sorprendió.

— ¿Por qué estás aplaudiendo? — pregunté de mala gana.

— Porque sos muy buena en lo que haces y además de eso; sentía su tristeza y frustración de lejos — ella se acercó y me dedicó otra sonrisa — por primera vez, desde que llegué, te vi trasmitir algo mientras patinas.

— Supungo que es bueno, no?

— ¡Ámbar, esto es increíble! — reí con su entusiasmo al hablar. Juliana jamás había hablado así — déjame decirte que esa coreografia que hiciste  está muy buena.

— Gracias — le sonreí sincera — la verdad es que no se lo que hice mientras patinaba — reímos.

Juliana no era una mala persona cómo yo creía que era, y eso me gustó. Pasamos toda la tarde charlando, le conté un poco de mi vida a ella, pero ella no me dijo nada de la suya. No me molesta pero quisiera conocerla un poco más. Ella también me dió algunos consejos con todo lo que esta pasando en con mi madrina. No sé cómo logré sincerarme con ella, pero sentía confianza en la misma.

— Me tengo que ir, me esperan para la cena — dije a Juliana después de mucho tiempo charlando — nos vemos mañana, gracias por todo lo que me dijiste, me va a servir mucho su ayuda — le sonreí. Estaba yendo a los lockers cuando ella me alcanzó y me dió un abrazo.

— Gracias a vos, por hacerme recordar a mi cuando joven — ella sonrió y salió antes que yo.

Fui a los lockers para agarrar mis cosas y ir directo a la mansión. Después que guardé el patín en mi locker fui a la cafetería para avisar a Luna que hoy iba caminando.

Llegué en la cafetería y Simón estaba abrazado con Jazmín, frunci el ceño. No me gustó verlos así, y no sé ni porque.

Decidí interrumpirlos.

— Perdón que los interrumpa — dije de mala gana — ¿saben en donde está Luna? — en ningún momento miré a Simón, si lo mirara capaz me desconcentro.

Esto Es Lo Que Soy |Simbar| [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora