Esto Es Lo Que Soy |Simbar| [Pausada]

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Ámbar pov's

No podía creer que yo estaba abrazando mi mamá, todo era tan confuso. Sus brazos eran tan confortables, me sentía protegida. Ella susurraba lo tanto que me quería, lo mucho que me extrañaba y yo no reaccionaba. Todavía no me caía que enserio estuviera hablando con mi madre biológica y que ella me dijera que me ama. ¡Me ama! Sonreí ampliamente.

— Creo que es momento de dejarlas solas — dijo Simón interrumpiendo nuestro momento madre y hija.

Yo lo miré saliendo de los lockers y sentí la necesidad de agradecerlo, si no fuera por él no estaría abrazando a mi madre ahora.

— Simón — lo llamé y él se giró — gracias — le dije y le di un abrazo.

— No tienes que agradecerme, haría todo para verte sonreír, rubia — susurró en mi oído haciendo mi piel erizarse.

— Sí, Simón. Gracias, sin su ayuda no estaría abrazando a mi hija — Silvana le dijo con uma sonrisa.

— Todo por ver una amiga feliz — dijo eso para salir.

¿Amiga? ¿Por qué esa palabra dolió tanto en mi pecho? Todos me decían esto y yo no me sentía triste, pero cuando él lo decía parecía la cosa más incorrecta del mundo. Solté un suspiro mirándolo. Me giré para encontrarme con Silvana sonriendo.

— Quiero saber toda la verdad — le dije con una sonrisa en cuanto nos sentábamos — sin mentiras, por favor — ya estaba harta de mentiras en mi vida, no sé si podría aguantar una más.

— No soy Sharon para mentirte, jamás lo haría, te lo prometo — agarró mis manos. Odiaba las promesas, las personas jamás la cumplían, pero en está creí — ¿Qué querés saber?

— Todo. Desde cuando nací, cuando me dejaste con Sharon, hasta ahora — le dije y ella asintió con la cabeza.

— Cuando naciste yo tenía dieseis años, era muy joven y mis papás no me aceptaron con una hija, me dijeron que tú solamente iba a molestar, que estaba sin futuro con vos al lado. Yo no les hice caso, no me quería alejar de vos, nunca, entonces fui hablar con su padre; el chico que en aquello entonces era mi novio. Él no me quiso escuchar, y me dijo que nosotros no teníamos forma de mantenerte — sus ojos estaban llenos de lágrimas. Yo era un mar de lágrimas ¿En la vida nadie me quiere? — me dijo que para estar con él te tenía que dar en adopción, obvio que no acepté. Prefería mil veces estar con vos, que estar con él y no tenerte a tí — sonreí — y fue cuando tuve que mantenerme sola, tuve que buscar un lugar para nosotras vivir, un lugar para trabajar... Fue muy difícil todo, porque vos tenía un mes y nada más, eras muy pequeña no podía dejarte sola o con alguien. Fue cuando una mujer me ofreció ayuda, yo ya estaba con vos hacía dos meses y estaba nos manteniendo con el dinero que siempre tuve guardado para mi viaje, pero esa mujer nos llevó a su casa y me ayudó mucho, ella te cuidaba cómo si fuera de su familia y eso me dejaba tranquila. Yo empecé a trabajar. Todo iba tan bien. Viví con ella y su hija por tres años...

Ella no pudo continuar ya que sus sollozos aumentaron. Me acerqué a ella y la abracé. Debía ser muy difícil para ella estar diciendo todo lo mal que pasó en la vida.

— Pero ella murió. Cuándo falleció su hija me dejó en calle, y de nuevo me encontraba sola y buscando un lugar para nosotras. Tú tenías tres años y medio, ya hacía de todo — ella rió cómo si estuviera recordando algo — eras muy inteligente pars una chica de su edad, no era fácil despistarte. Fui caminando con vos hasta que llegué cerca de la mansión y vi una oportunidad de trabajo. Sharon me aceptó cómo empleada pero me dijo que vos no podía estar conmigo, le supliqué, le dije que tú era una chica buena, que se comportaba. Ella aceptó, con el tiempo ella veía cómo eras inteligente y empezó a acercarse a vos, yo jamás le dije que no, porque cómo limpiaba la mansión no tenía tanto tiempo para vos — ella soltó un suspiro. Todo esto era tan confuso — tú te empezaste a encariñar con ella y su familia, los adoraba, siempre en la noche me decía lo mucho que adoraba Sharon, lo buena que ella era con vos, que ella te había regalado un juguete... Esto con el tiempo me dejó un poco triste, tú querías más a Sharon que a mí, sentía cómo si fuera así — la interrumpí.