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Ámbar pov's

— ¡Mamá, por favor, ayúdame! — grité entre sollozos mientras Sharon me alejaba de mi madre.

— Cállate, Ámbar. Te dije que no te acercaras a ella, que yo era tu mamá — dijo Sharon y me puso dentro del auto para que Rey empezara a conducir muy rápido.

— Yo quería conocerla, simplemente eso, nada más — susurré soltando la última lágrima — ¡Era mi única oportunidad de conocerla! — le grité pero ella no reaccionaba.

— Yo soy tu mamá, ya te lo dije y vos me lo confirmaste. No te quiero cerca de ella — dijo con su tono frívolo de nuevo — nos vamos de acá, no vas a verla y ni tus amiguitos.

Terminó de decir eso y yo lloraba ¿Cómo podía ser tan desalmada de este modo? Sharon necesitaba un tratamiento urgente, cada día estaba peor.

Me levanté soltando un grito de desesperación. Miré mi habitación y solté un suspiro de alivio, por lo menos todavía estaba en la mansión.

Dejé que mi cuerpo cayera en la cama de nuevo para envolverme en calor de la misma. Miré el techo y solté una lágrima. Creo que todo lo que está pasando con Sharon me está afectando mucho, la quiero y todo eso me aterraba. Hace una semana que ella me decía hija y yo le decía mamá, era extraño, pero haría de todo para un día poder abrazar a mi madre y poder saber toda la verdad sobre mí, sin mentiras. Hace una semana que no miraba a Simón, no le dirigía la palabra. Él no tenía derecho de besarme como si nada, además no queria estar cerca de él, simplemente esto. Matteo era la única persona que podía hablar, la única que estaba para mí. Simón intentaba acercarse a mí todos los días, pero yo siempre tenía una excusa perfecta para que él no se acercara, para que yo no me vuelva vulnerable y que él me consuele.

Hoy era domingo y no queria ir al Roller. Todos los domingos me iba allá pero hoy no estoy dispuesta, y ahora Luna no se encontraba en el mismo. Debía festejar pero Matteo estaba triste y yo no podía festejar en cuanto mi mejor amigo estaba triste por la misma razón que yo era feliz. Solté un suspiro de cansancio. Odiaba ser yo.

Agarré mi celular y llamé a Matteo. Me contestó en el tercer pitido.

— Matteo ¿Querés venir a la mansión hoy? — pregunté con animación.

— No — dijo de mala gana — perdón, pero hoy quiero estar solo, además, Luna y yo vamos a hacer vídeo llamada y quiero estsr solo.

Solté un suspiro.

— Okay, entonces nos vemos mañana en el Blake. Cuídate — y corté la llamada.

¡Perfecto! Un domingo sola. Puse los ojos en blanco.

Levanté de la cama y fui al baño hacer mi higiene personal y matinal. Bajé para desayunar y Alfredo y Sharon estaban gritando. De nuevo. Todos los días era lo mismo; Alfredo le decía lo mal que estaba alejarme de mi mamá y ella le decía que ella era mi mamá, no Silvana.

Me acerqué a ellos y se callaron, como siempre lo hacen.

— No quiero que se callen toda vez que estoy cerca, sé de lo que hablan — les dije en cuanto agarraba una taza de jugo — y también, no soy ninguna niñita.

— No quiero que escuches lo que decimos, Ámbar — dice Alfredo poniendo su mano en la mía.

— Yo sé de lo que hablan, y concuerdo con Sharon — solté un suspiro. Mi abuelo me miraba incrédulo y Sharon sonreía — mi madre biológica me dejó por dinero, no merece mi amor. Sharon, me dió un hogar, una familia, comida, y todo lo necesario... Ella sí merece mi amor — sonreí forzadamente a ellos. Todos esto me costaba muchísimo, fingir que amaba a Sharon más que mi madre y que Silvana no me importara en lo más mínimo dolía demasiado.

— Viste, papá. Ahora deje que yo y mi hija seamos felices sin Silvana cerca — dijo Sharon con una sonrisa psicópata en los labios. Mi abuelo soltó un suspiro de cansancio.

— Me voy, veo que Sharon no es la única persona que está loca en está mansión.

Después de decir eso salió dejándome triste por haberle dicho todo aquello a Alfredo, él no se merecía todas aquellas palabras, pero necesitaba decir para que Sharon me creyera.

Le sonreí y desayunamos en silencio, después decidí que me iba al Roller. No estaba para aguantar a Sharon diciéndome hija todo el día.

––

El Roller estaba más aburrido que la mansión, pero por lo menos no tenía alguien llamándome hija todo el tiempo. Suspiré.

Miré a mi alrededor una vez más para ver si Simón se encontraba cerca, y gracias a Dios no estaba. Sonreí. Me fui a los lockers poner mis patines, ver si podía distraerme un poco. Mi armario estaba un desastre y no sé porque, yo nunca dejo el mismo desordenado, odio las cosas fuera de lugar. Rodé los ojos y empecé a ordenarlo con un malhumor de otro mundo.

— Ven — escuché la voz de Simón que venía con alguien más pero yo no sabía de quién se trataba ya que no podía saber que estaba aquí — no sé si ella vino hoy al Roller, porque no vi a Matteo... Pero voy a llamarla a ver si me contesta — dijo y supuse que hablaba de mí así que lo más rápido que pude dejé mi celular en silencioso — no me contesta...

— Mejor hacemos esto otro día — dijo una mujer... Yo ya había escuchado esa voz en algún lado — no creo que ahora sea el momento indicado para contarle la verdad — sentí cómo mi corazón latía fuerte y algo me vino a la mente.

— Ámbar, necesito que me escuches — dijo la mujer que era una estafadora. La miré con asco, pero mi corazón latía fuerte, quizás sea por una ladrona estar hablando conmigo.

¡Sí! Tengo la certeza de que era la voz de Silvana, mi... Mamá.

— Yo sé que ella quiere conocerte, Matteo me dijo cuanto ella te necesita — frunci el ceño, no puedo creer que Matteo a estado involucrado en todo esto — ahora ella te necesita más que nunca, y vos también.

— La amo, pero Sharon la alejara de mí así que sepa que estoy cerca — su voz salió dolida y mis ojos estaban a punto de salir miles de lágrimas. Mi mamá estaba a pasos de mí, a pasos de decirme la verdad.

— Por favor, vayamos a buscarla y hablas con ella — la voz de Simón sonaba suplicante ¿Él enserio hacía todo esto por mi?

Escuché cómo ella soltó un largo suspiro, que se notaba triste.

— Está bien, vamos por mi hija — cuando ella dijo eso ya no aguanté más y las lágrimas salieron sin pedir permiso algun.

— Estoy acá, mamá — le dije saliendo de mi escondite.

La miré y estaba con los ojos llenos de lágrimas, le sonreí y ella hizo lo mismo. No podía creer que ella estuviera cerca mío y sin ninguna mentira de Sharon en el medio. Ella vino hacia mi y me dió un cálido abrazo, yo no sabía cómo reaccionar, entonces simplemente dejé que las lágrimas saliera de mis ojos.

— Al fin te puedo abrazar, mi ángel — susurró en mi oído y fue cuando reaccioné y la envolví en mis brazos.


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Holaa ¿Cómo están? Espero que bien! 💕

Yyy ¿Qué les pareció el nuevo capítulo?

A mi me gustó jajaja

Les queria pedir perdón por tanta demora pero estaba con un bloqueo de no poder escribir NADA, es enserio. Tuve que hacer una redacción para un vestibular y no me salió nada y lo que salió fue horrible, enserio tenía bloqueo creativo.

Buenoo, espero que les haya gustado💕

Vi que algunas personas en el capítulo anterior dijo que quería más Simbar y les digo algo, vamos a tener mucho Simbar simplemente tienen que dar tiempo al tiempo 😉

Si les gustó el capítulo dejen su voto y su comentario, o si no simplemente sean lectotas fantasmas 😂💕

Byeee, las amo muchísimo ❤❤

Pd: sin revisión.

Pd2: ya somos 3,27k de visualización!! No lo puedo creer!! Les quiero decir gracias, son las mejores!! ❤❤

Esto Es Lo Que Soy |Simbar| [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora