Demyan pasó el dorso de su mano por sus ojos por tercera vez en lo que iba por estar llorando demasiado. Se sentía tan destrozado que no podía ni calmarse o dejar de llorar. Había desilusionado a su madre, a Dominik y a sí mismo en la presentación así que jamás se lo podría perdonar por completo por lo tonto que había sido. Desde que entró en el vestidor rompió a llorar estando sentado en una silla, en donde apoyó sus codos en sus piernas y miró al suelo.
Las demás presentaciones no se habían detenido por el pequeño incidente que había tenido en el escenario, podía escuchar las diferentes canciones de los otros participantes por lo fuerte que estaba la música y en cada ronda de aplausos pensaba que se merecía una también pero lo único que recibió fueron miradas de burlas que no podría olvidar jamás y que ayudarían a aumentar la inseguridad que tenía consigo mismo. Lo peor de todo es que había pasado meses practicando, incluso antes de que Dominik tuviera el accidente.
Pasó una mano por su cabello y tiró del mismo con fuerza gracias a la frustración que tenía. Nadie en el mundo merecía sentir que sus sueños eran destrozados pero al menos tendría otras oportunidades para triunfar como un buen bailarín.
Un sonido en la puerta llamó su atención y fue cuando limpió de nuevo las lágrimas que ensuciaban su rostro. Tenía un fuerte dolor de cabeza pero podía soportarlo.
— ¿Demyan? — Era la voz de su madre pero no respondió.
Nadie entendería lo que estaba sufriendo, o eso creía.
— MyanMyan, ¿puedes abrir la puerta?
Otra voz llegó hasta sus oídos y la reconoció casi al instante, era su mejor amigo, era Dominik Romanov que también podría denominarse como la única persona que podría entenderlo. Se levantó de la silla para ir directamente hasta la puerta con muchísima lentitud, la abrió algunos centímetros para encontrarse al castaño en su silla de ruedas y a su madre con una gran sonrisa en su rostro que no combinaba para nada con sus ojos que indicaban que también querían soltar alguna que otra lágrima por lo ocurrido.
— ¿Te encuentras bien?
Demyan miró al suelo haciendo un puchero para no volver a llorar pero escuchar la pregunta en el fondo le dolió muchísimo por recordar lo ocurrido pero entendía que Dominik no lo había hecho por mal, todo lo contrario, podía notar en el tono de voz que estaba preocupado. Se sintió un grandísimo idiota al estar llorando por haberse tropezado en un baile cuando su amigo la estaba pasando peor. Terminó abriendo la puerta para abrazar al castaño, se escondió en su cuello en silencio para disfrutar y poder olvidarse de los malos momentos. El moreno sintió la mano de su amigo por encima de su espalda, fue simplemente perfecto pero no quitaba la tristeza, solo ayudaba a sobrellevarla.
— He estado mejor pero creo poder superarlo —Tenía que ser sincero con él o notaría las mentaris con rapidez.
— Los amigos están en las buenas y en las malas, Demyan. No olvides eso.
Demyan se separó lentamente para mirarlo al rostro con una expresión de tristeza que cambió poco a poco a una tímida sonrisa.
— En las buenas y en las malas.
Aleshka se había quedado a un lado mirando la escena de ambos chicos en silencio, no quiso interrumpir por saber todo el dolor que había ahí combinado: Demyan por su parte rompió algunos de sus sueños mientras que a Dominik le dolía ver a su mejor, su pilar, destrozado.
El castaño alargó la mano y acarició la mejilla del moreno.
— ¿Podemos ir a comer juntos? Tienes que comer y volver a estar gordito para mí. Me encanta el Dominik que come sin miedo.
El nombrado volteó con rapidez a mirar a su madre con algo de molestia por haberle contado a Deominik sobre sus problemas con la comida pero se relajó para no iniciar con una discusión en la que quedaría mal ente los ojos de la persona que hacía que su corazón estuviera latiendo con tanta rapidez siempre. No estaba enamorado de su mejor amigo, solamente sentía la necesidad de ser mejor persona para estar a su nivel y poder estar a su lado siempre para apoyarlo en todo. Demyan buscó las manos de Dominik, hizo que quedaran entrelazadas y besó sus nudillos con muchísima suavidad.
— Podemos ir a comer. Debo cambiarme por la ropa casual así que debes esperarme con mi mamá por unos minutos — Besó de nuevo los nudillos de Dominik—. La suerte no estaba de mi lado hoy pero te tengo a ti.
— Creo que te equivocas. Demyan, no debí desearte suerte porque lo arruiné todo yo. Sabes que desde el accidente...
— Dominik, ¿qué vamos a comer? Me provoca algo de pizza.
— Pero...
— Mamá, lleva a Nikkie al pasillo mientras me cambio.
No dejó que Dominik se siguiera despreciando a sí mismo porque dolía un montón, lo peor es que tenía que aguantar eso cada día y lo único que podía hacer era evitar el tema cuando no tenía nada para decir o defenderlo de sí mismo. Demyan se encerró en el vestidor de nuevo, fue por su ropa y comenzó a cambiarse dejando que pocas lágrimas salieran de sus ojos para terminar de desahogarse y no hacer una escena en las calles por lo débil que podía ser.
Había un espejo delante del chico y pudo ver perfectamente lo mucho que había cambiado su cuerpo desde que comenzó las dietas estrictas. Las mejillas habían desaparecido en su totalidad, se veían las costillas sin problemas y sus muslos habían disminuido considerablemente. Pensó que si bajaba de peso se vería mejor y se sentiría bien consigo mismo, pero era todo lo contrario, se sentía peor y como si no pudiera revertir las cosas.
Tienes que comer y volver a estar gordito para mí.
Definitivamente Dominik no era el único que tenía problemas con amarse a sí mismo.
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Love Yourself.
Roman d'amourEn donde Dominik queda paralítico a causa de un accidente y Demyan se queda a su lado a pesar de todo. ➤ Terminada. ➤ Capítulos cortos-largos. ➤ Original.