X I

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Dos meses después.

La música se escuchaba en todo el lugar así que Demyan podía escucharla perfectamente mientras practicaba la coreografía que tenía que tener lista para el sábado que era la dichosa presentación que lo llevaría al éxito o al fracaso absoluto. Las gotas de sudor bajaban por su piel, el cabello se pegaba a su frente y cada músculo comenzaba a doler con tanta fuerza que quería detener la práctica pero debía seguir adelante para hacer todo casi perfecto. Giró a la izquierda, después a la derecha, pero se olvidó del siguiente paso y tuvo que detenerse de golpe. Al levantar la mirada y ver a través del espejo se encontró con la chica que tanto daño había hecho en su vida así que simplemente la ignoró para acercarse hasta el equipo de sonido y repetir la canción una vez más.

Escuchó pasos a sus espaldas y se tensó.

— ¡Hola, Demyan! ¿Cómo estás? Te vi bailar y lo haces muy bien — La sonrisa de la chica hacia que Demyan se sintiera algo extraño, y no era por algo bueno.

— Supongo que lo hice bien, sí. Quiero estar solo. Vete — No hizo el más mínimo esfuerzo para ser amable ni nada.

La sonrisa de Chloe se hizo más grande.

— Escuché algunas cosas sobre tu amigo Dominik, el cual es muy lindo. Oh, y tuyas sobre tu presentación anterior.

— No tienes permiso para hablar sobre Dominik y me da igual las cosas que sepas de mí — Estiró su brazo para agarrar la toalla que tenía junto al equipo de sonido y secó el sudor de su frente.

— Qué pena que por tu culpa Dominik no pueda volver a caminar cuando le gustaba bailar contigo — Chloe llevó la mano a su boca como si hubiera dicho algo que no quería.

Demyan no respondió.

— Ahora debes cargar con la culpa toda la vida. Bueno, qué triste — Levantó los hombros y los dejó caer—. Venía para decirte que lo mejor es que no hagas la presentación.

— ¿Y crees que voy a dejar de hacerla solo porque vengas a pedirlo? Eres graciosa. Déjame solo.

— Yo voy a participar así que no vas a tener oportunidad contra mí. Recuerda que escogen a uno por academia y yo seré la que gane de aquí — Llevó la mano con la que había tapado su boca hasta el pecho de Demyan, lo acarició y acortó la distancia entre ambos—. Yo podría darte algo a cambio...

— Vete.

— Sabes que me deseas mucho, Demyan. Soy tu primer amor después de todo... — La voz de Chloe era demasiado obvia y Demyan notó la burla en ella con rapidez.

— Te he dicho que me dejes. Me da igual que vayas a participar, yo lo haré igual y pienso ganarte.

Chloe se colocó en puntillas y besó los labios de Demyan con lentitud haciendo el beso de lo más sensual. Pero, sin embargo, para Demyan no fue nada más que desagradable por sentir que esos labios no eran para nada tentadores, no como lo eran los de Dominik. Era un caballero después de todo así que no la empujó con fuerza, lo hizo con suavidad y la miró seriamente.

— Soy gay.

— No, yo te gusto.

— Soy gay. A mí me gusta mi mejor amigo. Soy gay, Chloe. Vete.

Chloe no se veía para nada contenta con lo que había dicho Demyan así que obviamente buscó las palabras exactas para lastimarlo.

— Te gusta ser miserable, ¿cierto? No te era suficiente con no tener talento, ser feo y gordo, para que vengas a agregar que eres maricón.

Y aunque Demyan no quería decir nada, eso dolía y lo sintió de todos modos pero igual sonrió.

— Dominik piensa que soy perfecto y yo pienso que no debo hacerle caso a personas que lo único que saben es insultar y arruinar a las personas. Podré ser todo lo que quieras pero tú tienes un buen físico y no tienes una gran personalidad por ser tan mala persona —. Te veré en la competencia y te ganaré para demostrarte mi talento. Permiso, mi futuro novio me necesita.

Fue hasta la mochila y la agarró para llevarla hasta las duchas.

(...)

Demyan bajó corriendo del auto de su madre tras despedirse de ella y corrió dentro. Dominik tenía que ir a un centro de rehabilitación que lo estaba ayudando demasiado a recuperar la movilidad pero él decía que no le gustaba estar solo, prefería tener un apoyo como lo era Demyan así que esa era la razón por la cual se encontraba ahí entrando a la habitación en donde siempre estaba el castaño.

Se sorprendió al verlo de pie con muletas siendo ayudado por dos enfermeras mientras que un doctor le decía que no caminara tan rápido, que eso no iba a ayudar y podía hacerse daño. La sonrisa en el rostro de Dominik era tan grande que Demyan quería llorar.

— ¡Mi chico es capaz de sostenerse! — Demyan aplaudió con demasiada alegría.

Dominik se puso tan nervioso que las enfermeras tuvieron que ayudarlo a sentarse en la silla de ruedas. No solo nervioso, se encontraba sonriendo ahora como un idiota enamorado.

— No soy tu chico — Susurró pero todos en la habitación escucharon.

Las enfermeras le indicaron a Demyan que podía pasar mientras ellas llenaban el reporte de Dominik. El doctor se había tenido que retirar para ver a otro paciente. Demyan fue hasta donde estaba su chico y se agachó para quedar delante.

— Estoy orgulloso de ti, Nikkie.

— Nadie puede estar más orgulloso que yo viéndote mejorar con tu baile cada día.

Demyan apretó ligeramente una de las rodillas de Dominik y buscó su mano para entrelazar los meñiques.

— Te prometo que voy a obtener el primer lugar el sábado, ¿entendido? Voy a dedicar mi victoria.

— No hace falta dedicarla pero quiero que seas el mejor. No, tú eres el mejor y falta que ellos lo sepan.

Demyan miró los meñiques juntos y ahora sentía el peso de la promesa. No podía dudar, debía hacer todo perfecto por Dominik y para darle una lección a Chloe.

— ¿Puedo reclamar mi premio de darte besitos por todo el rostro ahora?

— Pero... — Dominik ya se iba a poner rojo.

— Anda, por favor...

— Hazlo ya.

Demyan asintió con rapidez y comenzó a dejar pequeños besos por todo el rostro del menor. Las mejillas, frente, la barbilla, todo fue besado por Demyan. Rozaron sus labios sin querer y ambos dieron un pequeño salto por la emoción del momento.

Demyan recordó el beso de Chloe por un momento y no dudó en besar a Dominik en los labios, sujetando la cabeza del chico por detrás y aprovechando para jugar con sus cabellos. Esos labios eran suaves, tentadores y muy apetecibles, pero, sobre todo, adictivos. Dominik no tardó en comenzar a corresponder el beso pero tuvieron que separarse al escuchar algo que cayó al suelo. Voltearon a la puerta y encontraron a la madre del castaño.

— ¡Lo sabía! ¡Sabía que tenían algo! — Y no se veía sorprendida, se veía alegre con lo que acababa de presenciar.

— Mamáaaaaaaaaaaaa.

— No piense nada raro que Dominik es solo mi bebé — Demyan abrazó al castaño—. Mi hermoso bebé.

Las personas como Chloe no valían cuando tenía otras que eran tan cálidas con él.

Love Yourself.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora