-ALII, LEVÁNTATE YA QUE ESTÁ PUNTO DE LLEGAR ALBA.- Se escucha desde la habitación.
Ali coge su samsung, el reloj marca las 08:45, aún le queda un cuarto de hora para prepararse y por mucho tiempo que parezca, no, no le va a dar tiempo ni de coña, lo sabe perfectamente.
Es difícil levantarse un domingo por la mañana antes de las 12.00, pero tiene que hacer el esfuerzo ya que su amiga está a punto de llegar y no pueden permitirse perder el tren otra vez.
Lo primero que hace después de levantarse es ir al baño con un montón de ropa en su mano. Lleva unos pantalones cortos negros que le regaló su tía por su cumpleaños y una camiseta blanca con anclas azules y un nudo en la zona del ombligo.
Una vez que ha terminado de vestirse, coge el cepillo para empezar a peinarse su larga melena rubia y lisa, la cual, le llega por la mitad de la espalda mas o menos. Tiene unos bonitos ojos miel los que, tras peinarse, repasa con un perfilador negro. Aun sabiendo que se va a a un pueblo, se ha puesto muy guapa, quiere causar buena impresión.
Atraviesa todo el pasillo hasta llegar a la cocina, coge un vaso y lo llena de leche mientras añade un poco de cola-cao. Justo cuando se agacha a coger unas galletas suena el timbre.
-MIERDA- dice dejándolas en la encimera y yendo a abrir la puerta.- La jodia' es puntual.
Tras abrir la puerta, una chica morena con unos ojazos azules y un peculiar lunar bajo el izquierdo, está esperando inmóvil en el felpudo de su casa.
-¿Me vas a dejar pasar o me tengo que quedar aquí de pie hasta que termines de prepararte?- Dice, ella ya sabe que Ali no es nada puntual, por lo que siempre queda con ella diez o quince minutos antes de lo que debería. Ali se aparta de la puerta señalándole el salón para que se siente mientras va corriendo a terminar su cola-cao de un trago.
-Me lavo los dientes y nos podemos ir.- Grita desde el baño.
