Tres meses antes
Es un día soleado, algo bastante extraño en primavera y mucho más en Londres. Parecería el día perfecto para muchas personas, pero para mí es un día normal como los otros.
Me pongo los lentes de sol y saco una playera blanca que se encuentran en mi mochila, antes de ponerla en el asiento trasero. Cierro la puerta y camino hacia el colegio, al entrar comienzo a notar que las personas comienzan a juntarse en los pasillos. Sigo caminando hasta llegar a los baños, entro y todas las porristas están ahí, no se percatan de mi presencia. Entro a uno de los cubículos y me cambio mi blusa por la playera con el número 14 que dice James en letras azules. Salgo del cubículo y mi playera causa drama entre las porristas.
—¿Ya viste? Tiene el 14 de James—, dice una. Yo sigo caminando, saliendo del baño, ignorándolas.
—¿Por qué ella tiene la playera de sexy James? —, dice otra.
—Es su novia—, murmura otra chica.
Me río y me alejo de ellas. Todos siempre piensan que James y yo somos novios, pasamos todo el tiempo juntos, entonces llegan a suponerlo. Ni él ni yo lo negamos. Me alegra ya que sus fans no se pueden acercar a él. Sí, soy una amiga posesiva, pero él me lo agradece.
Sigo recibiendo algunas miradas en el pasillo por mi playera. Todos los estudiantes se vuelven fans de James y Jack, quien es el otro delantero. Los JJ les llaman todos.
A mi Jack no me agrada, nunca me ha hecho nada, pero por el simple hecho de que uno de los exnovios de mi mamá así se llamaba. Él sabe que no me agrada tampoco le agrado a él. Es una situación difícil para James, porque Jack es su mejor amigo hombre.
Con él hace cosas de "hombres", aunque pensándolo bien, hace lo mismo conmigo: vemos partidos de futbol, tomamos cerveza mientras jugamos videojuegos, hablamos de mujeres— no porque a mí me gusten las mujeres sino por criticar.
Todo eso hacen los hombres, ¿no?
Llego al estadio y ahí hay más personas. Desde los inicios del colegio, siempre asisten todos los estudiantes desde el entrenamiento hasta el fin del partido, en el primer partido de la temporada. Después del primero pocas personas seguimos viniendo. Se vuelven a juntar los estudiantes si el equipo llega a la final del torneo, y han sido ya tres torneos seguidos que el colegio logra levantar la copa. Y James lleva en el equipo tres torneos.
¿Casualidad? No lo creo.
Los muchachos aún no salen a entrenar. Tomo mi lugar en la banca y comienzo a acomodar las botellas en los lugares de cada uno y dejo las reservas a mi lado. Sí, soy la niña del agua.
Recuerdo el día que James llegó con la noticia, habían pasado apenas tres días de que él había entrado al equipo. Me dijo que el entrenador les había mencionado la falta de una persona para dar el agua en los partidos y en los entrenamientos, pero él solo lo decía al aire. Esa tarde James se presentó con una solicitud llenada por "mi" para pedir ese puesto, misma solicitud que nunca leí, que nunca me fue comentada y que nunca firmé. Y los días siguientes a esos tuve que regresar todos los días al colegio.
—Siempre hemos estados juntos en todo—, me dijo James— esta vez no tenía que ser la excepción.
Al inicio me molesté un poco, pero después que conocí a los jugadores me di cuenta de que algunos valen la pena de quedármeles viendo todo el entrenamiento. Después, cuando asistí al primer partido vi a chicos aún más sexys.
Hoy vengo con mucho gusto porque va a jugar Lampton School, y ahí está Finn "super hot" Zimmerman. El chico más guapo que jamás haya visto hasta la final del torneo pasado. Nunca me sentí tan triste por la victoria de mi colegio, Finn estaba tan triste que me partía el corazón, pero obviamente no podía ir a consolarlo, no podía ni acercármele, no podía ni siquiera darle una botella de agua, porque al instante en el que lo veo olvido cómo funciona mi cuerpo.
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Tell No One
ActionSkye, una joven de 17 años tiene que lidiar constantemente con las nuevas parejas de su madre. Ninguno de ellos le agradan. Skye siempre les ve los defectos desde el inicio y su madre demora en hacerlo seis meses o un año. Lo deja, encuentra otro ho...