La lluvia es el destinatario de este mensaje, ya que nunca podrá llegar a ti.
Ahora dejo las flores enteras, porque ya sé la respuesta.
Una noche le conté a las estrellas acerca de ti, pero les hablé más de tu bella sonrisa que cada vez que miraba las estrellas, podía verlas con tu sonrisa. Ahora les conté sobre cómo rompiste mi corazón y esa noche llovió. Entonces cuando me atrevo, veo las estrellas, pero ya no veo aquella sonrisa, ahora solo siento una profunda nostalgia