Capitulo 9

890 41 1
                                    

Vaya. Esto no me lo esperaba. No me lo esperaba para nada. Así que no sabía lo que decir.

- Eh... Soy Kansas. Kansas Cox.- le contesté con desconfianza.

Una persona normal no te "amenaza" y luego se presenta como si nada. Pero bueno, puede que el no sea normal.

- ¿La famosa hermana de los Cox?- me preguntó con una ceja alzada.

Solté una carcajada.

- ¿Famosa?- le pregunté riéndome.

- Tus hermanos te adoran, no paran de hablar de ti.- me dijo con una sonrisa.

No pude evitar reírme más. Miré a mis hermanos que nos estaban mirando con una sonrisita tímida.

- ¡Ayy mis pequeños!- les dije mientras le cogia los mofletes a Ky.- Si al fin y al cabo me queréis, aún que sea una cerda.- les dije mientras le guiñaba un ojo.

Jason se rió, y qué risa. Era la cosa más sexy que he oído nunca.

- Kansas, que haces daño.- me dijo Kyle mientras me quitaba las manos de sus mofletes y se los masajeaba.

- Blandengue...- dije mientras rodaba los ojos.

Empecé a comerme la pizza de 4 quesos y dios mío, me dio un comeorgasmo de lo buena que estaba, aún que las pizzas siempre están buenas.
No pude controlar un gemido de lo buena que estaba.

- Kansas.- me llamó Jason- Te aconsejo que no hagas ese sonidito en una mesa llena de adolescentes hormonales.- dijo refiriéndose al pequeño gemido que me ha producido la pizza.

Rodé los ojos y miré al resto de chicos de la mesa que me miraban.

- No la miren, cerdos.- Dijo Ky a los de más, haciendo que la mayoría dejara de mirarme.

Volví a rodar los ojos. Que hermanos que tengo.

- ¿A caso tú no eres un adolescente hormonal?- le pregunté a Jason acordándome de su comentario.

- Claro.- me contestó encogiendo los  hombros- Pero controlo mis hormonas, excepto cuando tengo acción.- me dijo meneando las cejas, haciéndome rodar los ojos otra vez.

- Te entiendo tío.- le contestó Kyle.

No pude evitar reírme.

- Tú no controlas tus hormonas en ningún momento, hermanito.- le dije con una sonrisa burlona.

- Eso es lo mejor.- dijo con una sonrisa pervertida mientras miraba a una rubia que pasaba por delante de nosotros meneando las caderas exageradamente, haciéndome rodar los ojos, haciendo que Jason riera.

- ¿Tienes un tic?- me preguntó Jason.

- ¿Un qué?- le contesté yo.

- Un tic. Tus ojos no paran de dar vueltas.- dijo mientras hacía un torbellino con los dedos.

No sé por qué ese comentario me resultaba conocido... Bueno, da igual.

Mi madre siempre me ha dicho que rodar los ojos es de mala educación, y en ese momento me hubiera gustado hacer caso a mi madre y no tener esa manía.

Me entró vergüenza, por lo que los colores se me subieron a la cara y me puse colorada.

Jason se rió aún más, haciendo que los colores me subieran aún más.

- Era un comentario divertido, no intentaba meterme contigo.- me dijo Jason entre risas.

- Ya lo sé idiota.- le contesté rodando los ojos.

Nuestro Touchdown Donde viven las historias. Descúbrelo ahora