Capítulo 11

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Gracias a las indicaciones de Jason, conseguí llegar al aula de música sin ningún problema.

A de más, cuando estaba subiendo las escaleras me encontré con Abby, así que no entré sola a clase si quiera.

Ahora mismo estamos sentadas en el lado de la ventana, más o menos a la mitad de la clase.

Él aula de música es bastante grande y agradable. Tiene pósters de instrumentos y compositores famosos repartidos por las paredes de la clase. La pared donde se encuentra la pizarra, está pintada con un pentagrama enorme con notas esparcidas y una clave de sol al comienzo de este.

Y los pupitres son para dos personas, por lo que Abby y yo nos hemos sentado juntas, claramente.

La verdad es que estoy emocionada por ver cómo es el o la profesor/a y cómo funciona su técnica de dar clase. Pero lo único que pido es que no sea cómo el de matemáticas, por favor.

La clase de música me encanta, o mejor dicho, todo lo que tenga que ver con música: cantar, bailar, escuchar música, tocar instrumentos, componerla... En fin., todo lo relacionado con la música.

En mi familia siempre ha habido dos cosas sumamente importantes para los 4 niños: la música y el deporte.

Mi madre siempre ha sido la que ha estado insistiendo para introducirnos en el mundo de la música, y mi padre en el mundo del deporte.

Por lo tanto, y gracias a mi madre, todos en mi casa tocamos uno o varios instrumentos musicales. Yo, por ejemplo, tocó como instrumento principal el piano. Llevo estudiando piano en un conservatorio desde los 7 años, y el año que viene acabo mi educación musical. También toco más libremente el clarinete y la guitarra, aun que sé algunas cosas de los instrumentos que tocan mis hermanos. Ky toca el piano también, como yo, y el acaba el conservatorio este año. A de más toca la batería y la guitarra genial. Y a los gemelos les gustan más los instrumentos de cuerda. Ken toca el violoncelo y Kel el violín, y los dos tocan como Ky la guitarra y la batería por separado, aún que nunca lo mencionan a las chicas, por que según ellos, a ellas todo esto no les va.

Y gracias a mi padre, los cuatro hemos sido metidos de lleno en el mundo del deporte, sobretodo en el mundo del fútbol americano.

Mis hermanos siempre han estado en equipos de fútbol desde pequeños, y aún lo están, pero yo lo dejé cuando tenía 10 años y me metí en el equipo de voleyball del equipo del colegio, aún que sigo jugando con mis hermanos al fútbol.

- ¿Y cómo es que has conocido a Jason Miles?- me preguntó emocionada Abby, sacándome de mis pensamientos.

- ¿Qué?- no me había enterado bien de lo que me había preguntado.

- ¿Que cómo has conocido a Jason Miles?- volvió a decir.

La miré con los ojos abiertos.

¿Cómo sabe que...?

Ah claro, ella nos vio en la puerta del comedor.

- Es amigo de mis hermanos.- dije encogiendo los hombros.

- Ósea que tus hermanos han entrado en ese grupo.- dijo recalcando "ese"

¿Qué grupo?

La miré con el ceño fruncido porque no entendía nada.

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