Loki

335 35 5
                                    

Marta*

Esto era más difícil de lo que yo creía.

Suspiré pesadamente mirando el edificio frente a mi.

Hace algunos meses no quería ni venir a éste lugar con mi padre y ahora estoy luchando contra mí misma por decirle que mi "novio" es un Dios asgardiano. Y no de los mejores.

Caminé lejos de aquél edificio, luego me pondría a pensar en cómo le diría las cosas a Tony.

Caminé hasta un pequeño parque cercano, al llegar me senté sobre un banco, necesitaba un tiempo lejos de Tony.

—¿Que haces aquí tan sóla?—Preguntó acariciando mi cabello.

Sonreí al saber quién era.

—Sólo pensaba—Alcé mis hombros suspirando.

—¿Ya le dijiste?—Preguntó sentándose a mi lado.

—No, es sólo qué...—

—Quieres que te acompañe—Terminó mi frase.

—Es lo más justo, estamos juntos en ésto—Entrelacé nuestras manos.

—Pues si—Sonrió acariciando mi mejilla y acercándome a él para luego darme un tierno beso—¿Cuando planeas decirle?—Preguntó luego de separarnos.

—No lo sé—Alcé los hombros nuevamente.

—Es...extraño encontrarte aquí Marta—Logré escuchar desde atrás nuestro.

Era Nat.

—Dios Natasha—Suspiré con una mano en mi pecho—Me asustaste—

—¿Por qué?, ¿Esperabas a alguien más?, ¿O esperabas que no fuera alguien más?—Cuestionó mirando con cierta repugnancia a Loki.

—Lo siento, ya sabes mi decisión, Nat—La miré ladeando la cabeza.

—Odio ser cómplice de ésto—Me miró fijamente.

—Bueno, yo no te obligue—Acaricié la mano de Loki.

—Me da asco—Se giró dándole la espalda a Loki, logrando cubrir nuestras manos de su vista.

—Dices eso desde que no está Bruce, Nat—

—No me lo recuerdes—Miró el piso.

—Lo siento—Acaricié su hombro dándole un poco de apoyo, ya que había metido la pata.

—No te preocupes—Sonrió—Si no le dices a Stark mañana, yo le diré—Alzó las cejas.

—Está bien—Sonreí también.

—Te dejo sola con el señor engañitos—Se dió la vuelta a la vez que alzaba las cejas y movía su mano despidiéndose.

—Gracias—Miré a Loki ésta vez—Lo lamento—El movió la cabeza sonriendo.

—No importa, se que les hice daño—Alzó los hombros de manera tierna—Supongo que lo merezco—

—Vamos a tomar un café—Sonreí levantándome del banco y a la vez tirando de Loki.

—Está bien—Caminó a mi lado.

Y así hasta llegar al café.

Hacía un poco de frío, miré a Loki de reojo, ni un poco de frío demostraba. Quizás ser un gigante de hielo era una ventaja en invierno.

One Shots - MARVEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora