<<Es hoy o nunca Natasha, no puedes dejar a los chicos, David confía en ti, no le puedes fallar>>
El primer kilo de harina pan paso.
<<La resistencia te necesita, ellos también son tu familia, tienes que ser fuerte>>
Le siguió un kilo de arroz y dos potes de mantequilla.
<<Si te cansas pierdes, en eso debes darle la razón a la oposición, deja el miedo, seras parte de la historia>>
Por ultimo, medio cartón de huevos llego a sus manos.
Escucho a la cajera repetir el monto total y sintió pequeñas hormiguitas en los pies, quería correr a la guarida y salir a marchar por ese tipo de injusticias que veía a diario en su lugar de trabajo. El dinero, a la mayoría de las personas apenas les alcanzaba para comer.
-Toma mami, agarra -la señora le tendió un billete de cien bolívares mientras recogía lo que ella acababa de embolsarle. Natasha le sonrió agradecida, eso de dar propinas hace mucho que no se veía.
-No hace falta que te quedes Nata, puedo encargarme yo mientras llega tu suplente -Jessi le hablo desde la caja.
-Gracias Jess, pero estoy esperando a David, dijo que pasaría a recogerme
-Ah dale -murmuro Jess volviendo la mirada a una nueva cliente- oye...¿estas segura de asistir a los chamos de la resistencia? Nata tu mama tiene razón, eso es muy peligroso -la morena volvió a hablarle en cuanto estuvieron solas de nuevo, esta vez, con semblante preocupado. Natasha suspiro poniendo los ojos en blanco.
-Jessica...-estaba por responderle a su vecina y compañera de trabajo cuando la corneta de un auto la hizo callar, se giro hasta que sus ojos encontraron la toyota de su novio, y casi se derrite cuando David le sonrió desde adentro
-¡No te despidas! -Jess se adelanto en hablar- solo cuídate Nata, y dile al idiota de David que si te pasa algo, lo mando a picar con los menores de la cuadra -aunque lo intento, Natasha no pudo reprimir la carcajada.
-Esta bien. Y oye si ves a mi mamá le avisas -Natasha grito desde la puerta de la pequeña tienda y luego salio de esta.
A pesar de que la camioneta de David estaba parada en la calle frente a la tienda, corrió hasta ella para llegar lo mas rápido posible, y no fue hasta que estuvo dentro de esta que logro sentirse segura, las calles aun no habían sido tomadas y ya su cuerpo estaba tenso, hasta podía oler las lacrimógenas y escuchar los perdigones.
David la jalo hacia el atrapándola en un abrazo y mientras disfrutaba de su cercanía y su calor, la imagen de su novio tendido a sus pies asfixiándose o herido de alguna manera llego a su cabeza y casi la hizo temblar. El dos mil catorce y sus caídos volvían a hacer de las suyas.
-¿Todo bien? Vi que hoy te toco embolsar -David susurro muy cerca de su rostro, Natasha miro de reojo al asiento de atrás sin prestarle mucha atención a sus palabras, varias mascaras antigas ocupaban el puesto- las traje por mi asma -su novio se adelanto en confirmarle lo que estaba pensando- relájate, no seré uno de tus pacientes amor
-Eso espero, porque te veo un solo rasguño y me muero David Villanueva -su novio se carcajeo y le dio un beso corto en los labios- y luego Jessica, mi mama y mi papa te asesinaran a ti -David volvió a carcajearse mientras arrancaba la toyota y le hacia saber que era una exagerada.
Una hora después estaban en el lugar mas sofocante y caluroso que ella había pisado, un almacén de unos cuantos metros que ellos y su grupo, llamaban "La Guarida". Allí los lideres y algunos miembros de La Resistencia y sus grupos derivados se reunían para recoger varias de las cosas que iban a necesitar y terminar de organizar.
La Guarida estaba ubicada en la ultima casa del barrio mas peligroso de Caracas, por eso muy pocas personas llegaban hasta ahí, poder conseguir el lugar les tomo un tiempo largo y para que lo que esta ahí dentro pudiera estar a salvo, tuvieron que relacionarse y hacer tratos con personas que con solo mirarla le infundían terror, nunca se sentiría orgullosa de eso, pero con el tiempo había entendido que no tenían otra opción.
Lo que si nunca logro entender ni soportar era el calor tan infernal que hacia ahí dentro.
-Estamos listos Nata, esta es la ultima caja de salbutamol -uno de los chicos que se encontraban ayudándola la saco de sus pensamientos, lo vio pasar con una pequeña caja blanca en sus manos y le asintió.
Su grupo estaba listo. La cruz verde y naranja podía entrar en acción.
Mientras caminaba por el pequeño almacén hacia la salida, observo a David dar ordenes a los guerreros, ellos serian los lideres y defensores de esta gran movilización, lo que se esperaba de la fuerza armada no eran precisamente abrazos y por tal razón, su novio, fundador y líder de la resistencia, decidió denominar a los guerreros y otorgarles -lo que a ella le parecía- la mayor carga y responsabilidad, evitar a toda costa que la guardia nacional llegue y agreda a sociedad civil.
-¿Todos entendieron? Recuerden que fuimos nosotros quienes decidimos tomar las calles antes del tiempo estipulado ni los políticos opositores ni el movimiento de estudiantes estaba listo muchachos, sin embargo, están allá afuera, respaldándonos y brindándonos su apoyo -David comenzó a hablarle a su grupo, Natasha sintió como las piernas le temblaban y el nudo en su garganta se formaba de a poco, su novio, había estado tan estresado por no encontrar las palabras adecuadas para motivar a su equipo, que escucharlo en ese momento la hacia sentir de una manera inexplicable- tenemos que dar la cara, y esto lo digo en sentido figurado, porque les aviso... -murmuro en forma de amenaza apuntándolos con el dedo- al que vea sin capucha, dándole pansa a los guardias para que lo metan preso, lo muelo a palos y esta fuera, y saben que me llevo bien con los palos ¿cierto? -varios de los chicos soltaron una carcajada, incluso Natasha no pudo evitar reírse por la frase-
-Eso David, ¿te gustan los palos? -uno de los chicos grito entre risas, la confusión desapareció del rostro del líder de La Resistencia cuando entendió el doble sentido que le habían dado a la frase, entonces también estallo en carcajada -
-De pana, con ustedes no se puede, estoy hablando de una vaina seria -David trato de que su voz sonara seria al hablar pero la risa no se lo permitió- ya vale, terminen de montar las cosas y vamonos -con esa frase el grupo de chicos se disperso dejándolo solo.
-¿¡Todo listo guerrero!? -Natasha grito desde su lugar, su novio siguió la voz hasta que sus miradas se encontraron, David comenzó a lanzarle besos al aire mientras se acercaba a ella.
-Todo listo enfermera -le respondió a centímetros de su rostro. Nata puso los ojos en blanco, no le gustaba que la llamaran enfermera porque no lo era, aunque tuviera todos los conocimientos -como insistía su novio en recordarle- sin su titulo, no merecía ser llamada así.
-Nata...-David le susurro y le acaricio el rostro para sacarla de sus pensamientos- prométeme...no, mejor júrame, que si algo llega a pasarme, vas a ser tu quien me atienda, no me dejaras en mano de un enfermerucha con titulo ¿verdad? porque yo solo confió en usted señorita -Natasha dejo salir una risa debil y le planto un beso corto en los labios.
-Siempre voy a estar cuidándote la espalda amor, como tu lo hiciste conmigo aquel día -David asintió orgulloso de que su novia aun recordara aquel día, donde su mejor amigo y el decidieron rescatarla de las manos de un guardia.
La imagen de Natasha colgada a su cuello dándole las gracias envuelta en llanto y llamándolo héroe jamas se le olvidaría, mucho menos cuando en ese instante su corazón dio un vuelco y supo que haría lo que fuera por esa chica. Tres años después estaba ahí, en un almacén amándola mas que nunca, y como ese día, hoy también iba a protegerla aunque le costara la vida.
La única diferencia que existía -y era lo que mas le preocupaba y aterraba- es que hoy, tres años después de aquel día, Natasha también estaba dispuesta a dar su vida por el.
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REPRESIÓN
AléatoireNatasha = Bondadosa, siempre dispuesta a ayudar. David = Valiente y fuerte, nacido para liderar. Alexander = Extrovertido, no necesita conocerte para robarte una sonrisa. Adriana = Inteligente, nada pasa sin que ella lo analice. Todos tienen cualid...