Febrero. Multitud en contra (2017)

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La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos. -Enrique Múgica Herzog

Febrero 08 del 2017. Plaza Brion de Chacaito

El celular de Alexander no dejaba de sonar y Adriana ya estaba fastidiada de verlo jugar con el nuevo Woki Toki, su amigo sin dudas era un infantil, y el tal David y su grupo de "guerreros" tampoco se quedaban atrás, parecían un grupo de bebes hablando por los radios cuando se encontraban a unos metros los uno de los otros. 

-Águila uno, la rubia que esta a las seis en punto te esta mirando -Alexander le murmuro al radio en su mano, David, que se encontraba justo frente a el -y quien era el águila uno- miro a todos lados hasta ubicar a la chica, la miro con semblante serio y se alejo de ella provocando que la risa de sus compañeros estallara por los aparatos y varias frases de burla comenzaran a oírse. Adriana puso los ojos en blanco. 

No era posible que ese grupo de inmaduros fueran los hombres con los que su país contaba para ser libre. Ni siquiera respetaban el hecho de que su amigo tenia novia. 

Harta del espectáculo, subió al capo de su auto y se puso de pie en un intento de calcular a simple vista la cantidad de personas que en ese momento ya estaban concentrándose en una de las plazas mas famosas de Caracas, donde los lideres opositores habían llamado a la sociedad civil a reunirse allí para dar inicio y brindarles apoyo en lo que seria "La Marcha por Venezuela". Sus ojos no pudieron ver mas allá de unos cuantos metros pero el panorama le gusto, la plaza Brion estaba cada vez mas llena y eso que aun no eran las once. 

Aun de pie sobre el auto, Adriana intento localizar con la mirada a Alexander, que había desaparecido por arte de magia con el grupo de bebes de La Resistencia, lo encontró junto a varios compañeros que si conocía repartiendo volantes con el fin de informar a la sociedad civil el propósito y el por que de aquella marcha. La gente estaba bastante eufórica y receptiva, la emoción y la esperanza se veían reflejados en la mirada de cada joven, adulto o anciano que observaba, Adriana no pudo contenerse mas y a pesar del temor a la delincuencia salto del auto y en cuestión de segundos estaba dentro de el buscando su cámara profesional,  por mas que intentara ignorarlo, el deber la llamaba, y después de todo, no estudiaba comunicación social para nada. 

-¿Me permiten tomarles una foto? -Adriana se acerco a dos mujeres que estaban a unos tres metros de ella, la chica que aparentaba unos dieciocho años sonrió y la fotógrafa entendió que eran madre e hija cuando la muchacha reprendió a su madre para que sonriera.  

-Hoy comenzaremos a escribir otra historia ma, debes estar feliz por eso -había murmurado la muchacha antes de que Adriana enfocara su lente y lo disparara hacia ellas. Sonrió al ver que obtuvo una hermosa foto. 

Una bandera bastante grande ubicada un poco mas atrás de las mujeres llamo su atención,  la siguió con la vista hasta encontrar a su dueño y se encontró con un par de ojos grandes, puros e inocentes que la miraban, una pequeña niña, sobre los homb...

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Una bandera bastante grande ubicada un poco mas atrás de las mujeres llamo su atención,  la siguió con la vista hasta encontrar a su dueño y se encontró con un par de ojos grandes, puros e inocentes que la miraban, una pequeña niña, sobre los hombros del que supuso era su padre era la responsable de aquella bandera. Sin pensárselo dos veces la enfoco y disparo su cámara unas cuantas veces, por mas que quiso no se detuvo a mirar la foto, su corazón rugía como un león feliz y le pedía mas, el día apenas comenzaba y quedaba mucho por documentar. 

REPRESIÓNWhere stories live. Discover now