Promesa| Fanfic Namjin

No pude ser real. Despierta.

Todo comenzó como un tonto sueño. No sabía que todo se volvería real. Mi cumpleaños numero 22 estaba por acercarse, me dijeron que pasaría una estrella fugaz ese día, que pidiese un deseo. No creo en nada de eso pero ¿Qué podría perder? Me pare frente a aquella azotea de ese hospital.

—¿Mi deseo? Ser él, ser el chico que se para en los escenarios y enamora a todos. Quiero ser Kim Seok Jin— Era un deseo tonto, suspire al darme cuenta de aquello. Di dos pasos hacia atrás regresando a mi habitación. Al entrar en ella una voz me sorprendió.

—Choi Min Sook. Sabes que no puedes salir de la habitación. Tu enfermedad no te lo permite—   Mi mirada bajó al suelo.

  — ¿Podrías dejar de hablar de ella?—  Susurre — ¡Estoy harto de todo esto! Estoy harto de no poder salir de esta estúpida habitación por esta enfermedad. Sabiendo que si una bacteria entra en mí podría matarme ¡Déjame morir!—   No podría no alterarme ¿Sabes lo que es estar atado a un estúpido hospital? Una pequeña gripe podría acabar con todo esto, con toda mi vida.

  — Deja ya de esto—  Mi madre no podría sentirse más culpable pero es la verdad.   — Tienes 22 años, tienes una vida por delante. Sólo soporta un año más y podrás salir de aquí. Un año y podrás vivir todo lo que quieras fuera. Tan sólo soporta un poco más—  Dio unos pasos hacia mi y me dio un pequeño pero dulce abrazo — Todo estará bien sook, todo estará bien—  

Solté una pequeña risa —¿Sabes madre? Jamás supe porque me llamaste Sook si no soy chica. — La aparte un poco de mí.

  — Es el nombre de alguien muy especial cielo. Deberías dormir es tarde. Espero que tu sueño se haga realidad. Las estrellas muchas veces lo cumplen si lo haces sinceramente—  Me acompaño hasta mi cama y me recostó en ella. — Vuelvo en la mañana, estaré aquí lo más rápido posible—  Me da un beso en la frente y apaga las luces de la recamara para seguidamente cruzar la puerta dejándome completamente solo.  

  — Las estrellas cumplen el sueño si se pide sinceramente— Repito las palabras de mi madre. — Sería tonto sí la estrella me cumple ese sueño—  Me volteo dándole la espalda a la puerta y mirando a la ventana . — Pronto saldré y podré descubrir que es lo que todos llaman amor, hasta entonces. Amor de mi vida, espérame. —  Mis ojos se cerraron. Esperando que esta noche pase como lo hacen todas. Sin pena ni gloria.

—Suena, suena. Las campanas suenan al compás de todos aquellos gritos. Suena y suena. El chico cae al suelo. Suena, suena. Esta noche morirás— Miré a mi alrededor tratando de analizar lo que acababa de escuchar. Era tonto, no tenía rima ni nada. Eran simplemente palabras sin sentido. Al lado mío se veía un chico con una chaqueta negra, él me daba la espalda al momento de girarse y poder ver su cara desperté de aquél sueño. 

Mire todo lo que se encontraba a mi alrededor. Era extraño. Me sentía tan extraño. Veía una recamara con tonos negros y cafés con un toque de nude. Gire levemente al darme cuenta que había un chico conmigo. No pude evitar gritar.

— Jin—  Bosteza— Para de gritar, muero de sueño... Aún falta una hora para ponernos a practicar... Déjame dormir—   El chico se giro en la cama para darme la espalda... Espera. ¡¿Jin?! ¡Yo no soy Jin! ¡Yo soy Sook! Me levanté de aquella cama que no era la mía algo asustado. Entré en un pequeño cuarto que al parecer era el baño, me paré enfrente de un espejo observando algo impresionante... Este no es mi cuerpo, yo no soy Sook. Soy Jin. Estaba algo asustado. No tenía ni idea de como había llegado aquí pero ya quería salir. No quiero esto. Me senté en el suelo casi pegado al espejo y me puse a pensar cada cosa que hice el día anterior.. ¡Estrella! Oh dios.. ¡Era broma! No quería esto, era tan sólo una broma. Di un gran golpe en el espejo ocasionando que este se rompiera a la vez que mis nudillos... Bueno los de Jin sangrasen. Escuche un golpe en la puerta.