Promesa| Fanfic Namjin

Estaré junto a ti.

El cuerpo del chico ardía a una velocidad inimaginable, sentía como cada pequeño tejido de piel ardía como su gran órgano estaba siendo apoderado del calor, no paraba de moverse a lo largo de la cama buscando algún lugar que le fuera cómodo para dormir pero siendo inexistente el mismo en aquella fría cama.

Entró por aquella puerta NamJoon pues había sido despertado por aquellos fuertes estornudos, tocó la frente del mayor sintiendo aquel calor que le había atormentado desde la noche  anterior.

—¿Sabes que eres idiota Jin? Dormiste con la ropa mojada y ahora enfermaste—

Estaba enfadado por la estupidez de aquel chico ¿Cómo era posible que por una noche de lluvia el chico enfermase? No era algo del otro mundo, tampoco era algo que el joven hubiera pasado, tal vez por estar encerrado por completo en una sala de hospital sus defensas no era algo de lo que pudiera estar completamente orgulloso.

  — No es momento de que me reproches por estar enfermo— .

Expresó Jin con un poco de molestia abrazando la almohada que tenía más cerca, NamJoon se la quitó de sus manos arrojándola débilmente hasta el chico, golpeándolo levemente.  

  — Golpear a un enfermo está mal.— 

Nam soltó una risa que tuvo que parar a los pocos segundos pues su celular estaba sonando, se retiró de la habitación para no molestar a Jin, aunque por la pequeña distancia que los separaba podía oír claramente de lo que hablaban.  

  La llamada era algo de lo que preocuparse, había sido retrasada toda la agenda de Bantang por el error que cometió Taehyung, pues no tenían permitido dar ningún tipo de autógrafos, al no querer decir la razón por la cual cometió aquella falta todo el grupo fue sancionado con aquel retraso, enfurecido cortó la llamada volviendo inmediatamente con Jin recostándose al lado suyo.

  — ¿Sabes que enfermaras si sigues aquí? Puedes hacerte daño, no quiero que enfermes. — 

Mencionó Jin, aunque sus palabras dijesen que quería que se alejase su cuerpo no paraba de acercarse aun más a el menor para estar a pocos centímetros de distancia.

  — Estás enfermo por acompañarme en la lluvia, claramente merezco estar enfermo junto a ti, cuidando de mi pequeño tesoro.— 

El sonrojo en las mejillas del contrario no podía ser escondido, estaba apoderando cada pequeño lugar que le fuese posible. Al ver aquel sonrojo Nam tomó su barbilla sonriendo inmediatamente, él no era mucho de sonreír en momentos donde había problemas pero justo ahora esas pequeñas cosas estaban cambiando.

  — Deja de comportarte así ¿Quieres que guste de ti? Con cosas como esas harás que me pierda en ti, quedando atado para siempre contigo, estando siempre contigo aunque así será por siempre, estaré junto a ti.— 

Nerviosamente el mayor unió sus labios, no podía soportarlo aún más. Unió en una acción desesperada sus labios en un tierno beso que el menor gustoso correspondió.