Lista.
1) Jugar al escondite en el hospital.
2) Atrapar una bruja.
3) Asistir a una fiesta de los Rodericks.
4) ̶C̶a̶p̶t̶u̶r̶a̶r̶ ̶u̶n̶ ̶a̶n̶i̶m̶a̶l̶ ̶e̶n̶ ̶e̶l̶ ̶b̶o̶s̶q̶u̶e̶.
5) Participar en el circo.
6) Excursión.
7) Tener una empresa.
8) Plantar un árbol.
9) Regalar algo muy querido.
10) Tener un hijo.
11) Comer algo muy asqueroso.
12) ̶ ̶H̶a̶c̶e̶r̶ ̶u̶n̶a̶ ̶l̶i̶s̶t̶a̶ ̶s̶o̶b̶r̶e̶ ̶c̶o̶s̶a̶s̶ ̶p̶o̶r̶ ̶h̶a̶c̶e̶r̶ ̶u̶n̶a̶ ̶v̶e̶z̶ ̶e̶n̶ ̶l̶a̶ ̶v̶i̶d̶a̶.
13) Completar la lista.
Y después de la corrección ortográfica que Timothy realizó en el papel arrugado, así fue como quedó lo que tanto buscaban, ya que si hubiesen visto cómo estaba escrito anteriormente, sus ojos llorarían y ésta historia por fin tendría comentarios, pero corrigiendo lo mal que está escrita, y ahora que lo pienso, desde otra perspectiva no es tan malo.
Quién diría que esconderían la nota ahí. En su momento, se molestaron un poco, pero después no les quedó de otra que reír. Tú también lo harías, ¿no? Aranza se alegró porque ya dos cuestiones de la lista, estaban tachadas, como pudieron ver ahí más arriba; capturar un animal en el bosque y hacer una lista sobre cosas por hacer una vez en la vida.
***
-No.
-Timo...
-¡Que no!
-Es lo primero de la lista, así que para empezar con buen pie. Pienso yo... que deberíamos ir – Aranza forzó una sonrisa.
-A pesar de que es lo primero de la lista, no sólo no haremos eso de primero, sino que tampoco lo haremos.
-¡Tú no decides eso! –finalmente mostró un poco de enojo en sus palabras.
-¿Y tú sí? –a pesar de haber dicho aquello en un tono bajo, la manera en que la fulminó con la mirada hizo inevitable que ella se sintiera un poco intimidada.
Como habrás leído, lo primero de la lista, era jugar al escondite en el hospital de Roraina. Pero, Timothy odiaba con el alma todo lo relacionado con los hospitales, desde las inyecciones hasta los buenos días de un doctor. Siempre decía que ellos no tenían la culpa y aun así le molestaba un poco devolverles el gesto.
-Timothy, ¿por qué no te gustan los hospitales? –se limitó a preguntar Julieta en medio de la discusión.
-Julieta, eso no te incumbe –ni siquiera se dignó a mirarla tras soltar esas palabras.
La respuesta que recibió fue lo suficientemente seca para que ella no tuvieran más ganas de decir algo más, que de por sí, no tenía muchas.
No se dijo más. Los tres se quedaron silenciosos en el porche, mientras observaban el cielo que era acaparado por nubarrones que se encontraban indecisos entre, desechar esa gran cantidad de agua que les hacía tan grises o seguir acumulando más y más cantidad de líquido para encerrar las personas en sus casas por una semana entera, como pasó alguna vez hace mucho tiempo en los inicios de la formación del pueblo. Ellos tres escucharon tal historia cuando eran más infante, todo el pueblo la sabe, sin embargo no ha ocurrido más, una vez que llovió por una semana entera, por eso algunos temían cuando el cielo se tornaba así.
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La Promesa de Aranza. (En curso)
FantasiaEsta es la historia de una amistad que transciende límites inimaginables, la historia de Timothy y Aranza, dos niños muy distintos. Lo contado transcurre en un pequeño pueblo muy misterioso, un lugar en el cual abundan sucesos que ignoran la gruesa...