Capítulo 5

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-Bien, pidió que nos reunamos a esta hora ¿Qué es lo que quiere? - Miraba con desconfianza a Madame Pink, que en realidad es el dueño del burdel donde nos hospedamos y un valioso vendedor de información.

-Al parecer no tienen a donde ir, ambos son prófugos y la cara de Cero no puede ser expuesta en este pueblo. A cambio de comida y un lugar donde dormir, trabajarán para mí. Cero  recaudará información de la manera que él sabe, y tú - sujetó mi barbilla - tú tienes un físico perfecto, tranquilo no te venderé ni nada por el estilo. Mi local entrará en remodelación y yo soy una persona muy ocupada como verás. Así que te encargarás de traer y llevar los materiales que se necesiten para la remodelación.

- ¿Soy el chico de los recados?

-Serás solo una bestia de carga y chico de los recados para no sonar tan mala.

Cero guardaba silencio, parece que ya estaba familiarizado en trabajar con ella, por lo que supongo que no será nada difícil para él.

-Espera, no puedo hacer nada de lo que tú me pides, no conozco bien este lugar. - protesté.

-Oh cierto, tienes mucha razón. Lamentablemente ninguna de mis chicas puede ayudarte ya que todas ellas salieron, algunas regresaron a sus casas hasta que el local termine de remodelarse. Yo tengo muchas cosas que hacer, así que solo nos queda... - miró a Cero.

- ¿No habías dicho que no podía salir de aquí porque lo persigue mucha gente?

-Puedo salir encapuchado.

-No, eso lo haría más sospechoso, llamarás demasiado la atención. - contesté.

-Ahora que recuerdo,  Sara dejo uno de sus vestidos en su armario y si te prestamos una de mis pelucas...

-Ni lo piensen. - respondió seriamente Cero.

-Vamos cariño, tu contextura es delgada al igual que una mujer, no se notará que eres un chico. Y además tienes unos envidiables rasgos delicados.

-No.

Me quede parado como un idiota pensando como Cero se vería vistiendo de mujer, el travesti tenía razón definitivamente no se notaría a menos que le subieran la falda. 

-Mira te presto unos zapatos cómodos, un poco de maquillaje y listo. Además, dijiste que tu amigo aún era valioso para ti ¿cierto? - Madame Pink cambio su tono voz burlón a uno serio y convincente - quien mejor que tú sabe todos los peligros que pasan en este lugar, me pregunto ¿Qué le podrían hacer a este inocente joven? ¿No lo quieres saber también? - sus ojos fríos se colocaron sobre Cero, quien respondía con seriedad sabiendo perfectamente a lo que se refería.

-Esta bien. 

Me intrigaba mucho la relación de estos dos, este tipo con sólo un gesto frío y serio hacia Cero, podía hacerle cambiar de opinión o dudar.

-¡Bien esta decido! - Hablo Madame de manera sonriente - Míralo de este lado, va a ser una de tus pocas salidas hacia el pueblo,  ¿no lo extrañaste estando en prisión?

-No mucho.

-¡Tú! - me señaló - tienes que cambiarte cariño, nadie viste así a menos de que quieras que la gente sepa de que no eres de por aquí ... en especial un policía mal encubierto - me miraba de manera desafiante y sonriente. ¿Cuánto sabe de mi este tipo? A penas nos vimos por primera vez ayer.

Estaba sorprendido, pero Cero no lo estaba, ni siquiera actuaba nervioso o algo por el estilo. Él ya sabe que tipo de persona es este sujeto.

-¡Vamos muévete! tengo cosas que hacer con mi pequeño Cero.

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