Capitulo 6

5 1 0
                                    

-¡¿Cómo es que ellos creen que estoy muerto?!

-No fue difícil, Cero manipuló los reportes y mágicamente cambiaste de desaparecido a fallecido, eso es todo. -respondió Pink.

-¿Por qué no hiciste lo mismo contigo? - me dirigí hacia Cero.

-Porque...

-Eso sería muy obvio - interrumpió  Madame Pink - que ambos mueran fácilmente en un tiroteo, ¿sabes en cuantas situaciones similares ha estado él? No son unos idiotas, sospecharían que fue Cero el que manipuló todo de nuevo e irían tras de ustedes con más seguridad. Sin embargo, fingir tu muerte fue lo más apropiado, muchos cadáveres quedaron irreconocibles en esa masacre, un policía asustadizo y traicionado por su propio bando es un blanco fácil.

-...

-¿Entiendes tu posición? Eres libre de ir y largarte de este lugar si lo deseas. Nadie más te esta buscando. Una vez que termines tu trabajo pendiente conmigo, puedes irte a donde se te dé la gana y empezar de nuevo, yo que tú la tomaría... Tienes hasta el fin de este mes para decidirlo.

Pasaron semanas después eso y aún no decido que es lo que haré una vez que termine de trabajar para Madame Pink. Irme es la mejor opción, pero hay algo dentro de mi que busca una excusa para quedarme, y no es porque me haya acostumbrado a este lugar. Mi rutina diaria en estos últimos días ha sido levantarme temprano, quitar las cosas pesadas e inútiles del local, traer los nuevos, instalarlos, ir a recoger  los recados, entre otras cosas que hagan que mi esfuerzo físico vaya al límite, creo que puedo considerarlo mejor que el entrenamiento militar. Y lo peor de todo, evitar las malditas insinuaciones de  Madame Pink sin que se enoje y me mande a hacer otras cosas mucho peores. Al final del día vuelvo a mi habitación temporal a descansar , y, a pesar de que dormimos en la misma habitación, no veo muy seguido a Cero desde ese día. Llega tarde y se va temprano quien sabe a donde a pesar de que no puede salir.

-Buenos días señor, vengo por el encargo de Madame Pink.

-Oh eres su nuevo empleado, en un momento se lo entrego. Espere aquí.

Mientras esperaba pude escuchar disparos no muy lejos de donde estaba, pero, no eran los disparos que hacen los ladrones en este jodido lugar, si no era una metralleta como las que utilizaban los chalecos grises.

Recordé lo que había pasado la primera vez que llegué aquí, los cadáveres, los heridos, los llantos y gritos desesperados inundaron mi cabeza. Mi cuerpo se movió solo y me dirigí inmediatamente hacia el lugar donde provenían los disparos. Fue entonces cuando llegue a una casa muy pobre, se podía ver lo que pasaba dentro desde la puerta y la ventana. Habían tres chalecos grises armados y uno de ellos se encontraba apuntando a un hombre.

-¡¿Dónde diablos esta?! - Gritó el que le apuntaba la hombre.

-¡Ya le dije que no lo sé, no lo sé ... se los juro! - El hombre respondía atormentado.

-¡No mientas! - lo tomó por el cabello y lanzó su cabeza hacia el piso con fuerza - Un joven delgado de piel morena que responde al nombre de "Cero", testigos cuentan que te vieron con él - ¡Ahora responde!

-¡Se lo juro... yo no se quien es... o de quien esta hablando! -respondió el hombre ensangrentado.

El soldado lo golpeó con el arma y el hombre cayó en el suelo, procedieron a retirarse disgustados, la esposa del hombre corrió a ayudarlo mientras se encontraba con vida. Parecía que todo había terminado ...  hasta que el soldado agresor, que se encontraba en la entrada, le disparó al hombre delante de su esposa mientras seguía en las piernas de esta.

Los llantos de la señora, el niño que se encontraba detrás de ella, la risa de los soldados hicieron que me hirviera la sangre, mi mente se llenó de ira y de impotencia por presenciar sus últimos momentos y no haber hecho nada. Me levanté del lugar donde estaba escondido y seguí a los soldados. Cuando estaba cerca a ellos, sentí que alguien me detuvo del hombro. 

-"No hay nada que puedas hacer ahora, ella te necesita".

Cuando volteé a ver quien era la persona que me dijo eso, no vi a nadie, solo a mucha gente pasando detrás mío.

Volví con la mujer que había perdido a su marido hace unos minutos y le ayudé a levantar el cuerpo y a enterrarlo. El señor Livs, un pobre carpintero, dejó a una esposa y a un hijo de 3 años. La señora Livs me comentó que hace poco asesinaron al amigo de su difunto esposo por "evasión de impuestos y desacato a la autoridad", así como otras personas inocentes que les inventaron distintos delitos. Todos ellos tenían una cosa en común... eran seguidores de Gutiérrez.

Volví al local de Madame Pink con la ropa manchada de sangre, sangre que no era mía. Ella se sorprendió al verme de esa manera.

- Veo que ya decidiste lo que vas a hacer... - dijo Pink. - Esa mirada sedienta de venganza lo dice todo.

-Quiero detener esto.

-No vas a poder lograrlo tu sólo, acepta lo que Madame te propuso y vete. - Apareció Cero.

-No quiero que más gente muera y sufra, jamás me sentí así desde que... Sólo quiero hacer algo.

-¿Y que vas a hacer? ¿Ir tu solo contra los cientos de soldados que vigilan este pueblo, sólo para reclamar algo tan perdido como la justicia? - Dijo Cero con un tono sarcástico.

-En serio, ¿no quieres hacer nada por ellos? Tu has estado aquí más tiempo que yo, has vivido con esto más tiempo ¿Solo vas a dejar de que ellos tengan lo que quieren y ya? Pensé que me había equivocado contigo, de que eras diferente a esos criminales que solo velan por sus intereses y les importa una mierda el resto.

-Esta no es tu lucha, Fox.

-¡Ya es suficiente! no quiero escuchar nada más de ustedes dos. Mañana es la re-inauguración de mi local y no quiero que ustedes dos destruyan las reparaciones que tanto me costo hacer.

-No nos vamos a agarrar a golpes -dijé- sólo...

-Falta poco para que lleguen a eso - respondió - Ethan, si quieres irte a hacer lo que sea que estés tratando de hacer lo haces mañana. Y tú Cero, también tienes que tomar una decisión, ya hablamos de esto.

Cero y yo subimos hacia nuestra habitación en silencio, después de la primera noche él encontró un colchón y me obliga a dormir en el suelo, obvio que él se quedó con la cama. Era la primera vez en la que ambos no podíamos dormir y nos encontrábamos despiertos en silencio.

A la mañana siguiente, bajé inmediatamente a comunicarme con Madame Pink y agradecerle por todo lo que había echo por mi. La decisión estaba tomada, iré en busca de una manera de encontrar a los responsables y detenerlos. Estaba tan hundido en mis pensamientos que olvidé tocar la puerta de su oficina. Cuando abrí la puerta encontré a un hombre sentado de espaldas, a Madame Pink en su silla y a Cero parado a su lado. Cuando el hombre volteó, me encontré con la persona que me habían ordenado capturar, a la supuesta amenaza de la ciudad, Antonio Gutiérrez.

Recuerdo que mientras abría la puerta de la oficina él dijo lo siguiente:

-Bien, esto es lo que haremos. Vamos a reunir a 1970...














Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 04, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DeadlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora