||Capítulo 3||

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«Quiero ser más fuerte de lo que siempre fuí, está destinado»

El resonar de sus zapatos avisaba su llegada, entró en su salón y camino hasta su escritorio con aires de seriedad y superioridad. Era descarado y bastante cínico, su actitud estricta frente a sus alumnos nunca cambiaba, los miraba con frialdad en sus ojos y sonreía burlón cuando no entendían algo, su andar petulante lo hacía el profesor más serio y más querido por los alumnos, los demás no entendían como él, era muy querido si en su materia exigía mucho y parecía hasta malo.

Él lo aceptaba, era bastante serio y siempre quería todo perfecto, le gustaba el orden y silenció en clase y sus alumnos parecían bastante asustados en un principio pero, luego de dos clases ya se habían acoplado a su actitud. Podía ser bastante exigente con todos y en ocasiones los trataba un poco cortante, esa actitud cambiaba si se trataba de cierto castaño de mejillas rosadas y sonrisa tímida.

Con Louis, su actitud se calmaba y su voz dejaba de ser severa y profunda y pasaba a ser suave y dulce. Sus ojos dejaban de estar serios y les daba paso a una singular alegría que embargaba en ellos, su rostro dejaba de estar tétrico y pasaba a ser relajado, sus labios formaban una sonrisa amplia cada que miraba al castaño.

Todos envidiaban eso del castaño, a él, no le tocaba mirar a los ojos del profesor y mucho menos recibía reprendas como ellos, Louis contaba con un trato especial y eso ellos lo sabían, sentían envidia pero, entendían que Louis era hasta cierto punto un poco diferente a ellos.

Él tomo su lugar detrás de su escritorio y dejó su maletín sobre este, sacó las hojas donde venía la lista de él alumnado y busco su bolígrafo negro. Sus alumnos lo miraban en silencio y se mantenían todos en calma, esa era su rutina. Miro el salón con bastante concentración y empezó a poner asistencia en sus hojas sin la necesidad de nombrar a los alumnos.

Una vez termino con la lista, la guardo en uno de los cajones y dejo el bolígrafo sobre el escritorio. Se puso de pie y tomo un plumón para empezar a escribir sobre el pizarrón.

—Ayer, fue día de tema. Hoy harán los ejercicios de las siguientes páginas— sobre el pizarrón los números "98, 99 y 100" resaltaban debido a que habían sido escritos con tinta roja.

—Cualquier duda pueden venir a preguntarme y les ayudaré— volvió a caminar a su escritorio— Recuerden, el viernes es tema libre. Platiquen cuál es el tema que quieren y me avisan para preparar algún vídeo o película sobre el tema.

Varios alumnos solamente asintieron con un movimiento de cabeza y otros sonrieron sacando su libro para empezar a resolver los ejercicios.

Tema libre, dos veces meses al mes existían los días de tema libre, los chicos se ponían de acuerdo y elegían un tema que les interesará. No necesariamente tenía que ser de matemáticas, podía ser de cualquier tema. Hasta ahora llevaban dos clases de tema libre y habían elegido temas bastante interesantes, "La segunda guerra mundial y los nazis" o "¿El amor existe? Habían visto una película por tema y habían parecido satisfechos.

El día que les informo de esto, todos habían saltado en aplausos y gritos de celebración, había tomado la decisión de que cada cierto tiempo sus alumnos tomarán un descanso. Él venía con la idea de que "La clase es aburrida, si, la explicación es aburrida" una clase podía ser divertida, él hacía lo posible por qué sus clases estuvieran bien explicadas. Ocupaba distintos tonos de tintas para el pizarrón y sus alumnos hacían lo mismo, sus libretas estaban en perfecto orden, así fuera la persona más rebelde de la clase.

—P-profesor...— alzó su mirada de las hojas que estaba leyendo y una sonrisa salió de sus labios al ver al castaño frente a él.

—Dime, Louis— lo mire con atención por varios segundos y sonrió aún más cuando las mejillas del chico se pusieron coloradas.

Hasta La Raíz ||Larry Stylinson||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora