Capitulo 27

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Viernes, el dia del juicio.

Estabamos en la sala esperando a que el juez entrara.

Nosotros estabamos a un lado y Marta y su abogado en el otro.

Liam estaba sentado justo detras de mi y de tanto en cuanto me decia flojito en la oreja: todo saldra bien...

Esas palabras me calmaban, un poco.

-Buenas tardes a todos. - dijo el juez - Oh! Señor Hollins, no me lo esperaba por aqui!

No podia ser, encima de ser el mejor, conocia al juez... Mire a Liam, puso cara de decepción y de darlo todo por perdido.

-No, no pongas esa cara. Somos fuertes. - le dije flojito mientras esos dos hablaban.

-Bueno, empezemos. -dijo el juez ya con voz seria.

Los abogados empezaron a hablar y hablar a exponer sus pensamientos.

Yo tube que explicar todo los sucedido y Liam tenia que describir exactamente como estube yo duerante ese tiempo.

El abogado de Marta era bueno, muy bueno. Sabia como hacer que las cosas le fueran a favor.

Cuando los abogados terminaron de hablar y explicar el juez se levantó.

-Vamos a tomar la decisión, cuando todo este hablado los vamos a llamar otra vez, mientras tanto esperen fuera-y desapareció de la sala.

Nos levantamos y sin mirar a Marta salimos fuera.

-Me sabe mal decir esto pero la suerte no esta de nuestra parte-mi abogado se sentó en una silla, junto a el Liam y yo.

-Estamos perdidos-me llevé pas manos a la cara.

-Porfavor no te hundas ahora, espera a escuchar la decisión.-Liam me atrajo a el abrazandome.

Los minutos pasaban lentamente y nosotros no deciamos nada. Todo el mundo estaba callado no podiamos ni quitar la vista del suelo.

La puerta de la sala se abrió y un señor salió.

-Podeis pasar, la decisión está tomada.

Todos nos levantamos y entramos de nuevo. A los pocos minutos entró el juez.

-Tras muchas deliberaciónes hemos llegado a la decisión final. Después de escuchar los pensamientos de los dos lados y haber discutido los pros y contras hemos decidido que le entregamos la custodia...-tenia el corazón en un puño, en cualquier momento me saldria por la boca- a la señora Marta.

Noté como si un puñal se me clavara en el estomago y las lágrimas empezarón a escaparse.

Me gieré para encontrarme a un Liam derrotado y pálido.

Habíamos perdido y no había vuelta atras.

Viaje interminable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora