Viaje interminable.

Capitulo 14

Me desperté al dia siguiente sobre las 09:00am. Liam dormia tranquilo a mi lado así que decidí no molestar-lo. Me levanté sigilosamente de la cama y empecé a vestirme, unos jeans oscuros, una camiseta blanca y unos calcetines, fuí al baño, me lavé los dientes y la cara y recogí mí pelo en una coleta. Bajé las escaleras intentando hacer el menos ruido posible, fuí a la cocina y cogí un papel y un bolí.

Buenos dias!

Me voy a dar un paseo, volveré en un rato, no te preocupes por nada.

Te quiero. Judit.

Cogí mis patines y al salir de la casa me los puse. Empecé a patinar con la música de Bruno Mars de fondo. Por suerte el dia estaba despejado y no parecia que fura a llover, pero no queria cantar victoria ya que el tiempo aquí cambia radicalmente en cuestión de minutos. Seguí patinando, sabia perfectamente donde me dirigía, no estaba demasiado lejos y la carretera era bastante plana así que permitia que pudiera coger más velocidad.

A las cinco canciones ya podia ver mí destino, solo tuve que patinar por dos minutos más y llegué a el. El cementerio.

Entré y en el mismo instante un escalofrio me recorrió la medula espinal, lo ignoré y seguí patinando lentamente hasta las tumbas de mis padres. Al llegar me senté justo delante de ellas.

–Hola, cuanto tiempo, ¿verdad?–empecé a susurrar– Siento no haber venido antes peró a parte de todos los problemas que he tenido, el animo no ha acompañado mucho la verdad. Bueno... ya voy ha empezar la universidad, he elegido periodismos y ya vere como me va la cosa. Estoy viviendo con Liam, si el chico insoportable, creido e idiota del que hos hablé un par de veces. Ahora ya no pienso que sea tan idiota, aunque lo sigue siendo pero en el buen sentido, estoy saliendo con el y la verdad es que, se puede decir, que soy bastante feliz a su lado. –respiré hondo–¿Sabeis? Os echo mucho de menos, no puedo ni estar en nuestra casa. La he puesto en venta, no puedo estar dentro sin acordarme de esa noche. No se exactamente si eso es ser una covarde o que es, pero no lo aguanto. Siempre pienso en lo contentos que estaríais si supierais que estoy en una universidad, en lo que me dirias, papa, sobre lo de Liam y como tu, mama, me guiñarias el ojo en señal de apoyo cuando papa no te viera. También pienso en todas las cosas que no me llegasteis a contar y las que no hos conte yo.–me sequé las lágrimas y sorbí la nariz– Teniamos tanto tiempo por delante y tantos planes, mama, nunca te perdonaré que no estes cuando tenga que elegir el vestido para mi graduación y a ti ,papa, el dia de mi boda te juro que te estaré maldiciendo por no perder el avión.–así como me permitieron las lágrimas reí por debajo de la nariz–Sabeis que no podria odiaros ni loca, seria imposible. –Y así estube un buen rato, hablando hacia la nada y a la vez hacia lo que antes fue mi todo. Hable, hhable y hable, deje que las lágrimas cayeran y estube allí sentada hasta que ya no notaba las piernas.–Bueno..yo creo que es hora de irme. Os juro que a partir de ahora vendré más a menudo.–me puse de pie y me quité la suciedad de los pantalones–Adios mama, adios papa. Os quiero.

Poco a poco fui patinando de vuelta hacia casa y solo esperaba que mis ojos no me delataran del todo, no queria que Liam se preocupara, aunque seguramente ya lo hacia. Según mi reloj eran las 12:30 am y no había cogido el móbil. Me dí más prisa con los patines para llegar pronto a casa y en menos de diez minutos ya estaba delante de la puerta.

–¡Hola!–entré y dejé las llaves para poder quitarme los patines antes de ir a ver donde estaba Liam.

–Judit ¿eres tu?

–¿Quien sino?–entré hacia la cocina donde estaba Liam. Me acerqué a el y lo bese.

–¿Donde has estado?–me pregunto sosteniendome de la cintura y mirandome los ojos.–He visto la nota y te he llamado al móvil peró luego vi que te lo habías dejado, eres una despistada.

–Lo se, lo siento a la próxima lo cogeré.

–Tienes los ojos rojos ¿Has llorado?–me sujetó la barbilla delicadamente y me miró– Has llorado, ¿donde estabas?

–Estaba en el cementerio.

–¿Porqué has ido sin mí?

–Estaba preparada para afrontar-lo sola y ademas estabas durmiendo como un bebe y no queria molestarte.

Liam sonrió y luego me besó.

Entre los dos terminamos de hacer la comida y de poner la mesa, la verdad es que tenia hambre y los espaguetis a la carbonara de Liam olian de maravilla. Los dos nos sentamos en la mesa, la habíamos puesto en el jardin aprovechando el buen dia que hacia, y empezamos a comer.

–¿Estas bien?–Liam me miró y yo solo pude reirle mientras asentia– Me encanta verte sonreir de esa manera, me gusta saber que vuelves ha estar bien.

–Gracias por todo Liam, sin tí creo que hubiera muerto dentro de una habitación. Nadie hubiera hecho algo así por mí y tu lo has hecho sin que te lo pidiera y sin quejas, me soportaste cuando estaba mal y hasta cuando te trataba con desprecio. Para mí ha significado mucho y solo quiero que sepas que te quiero y creo que, aunque quisiera, no podria dejar de quererte porque poco a poco te has ido transformando en mi todo.

Liam había dejado de comer y me miraba con atención mientras esas palabras, las cuales no había planeado soltar de esa manera, salian por mi boca y le decian todo lo que sentia.

Se levantó rodeo la mesa y me cogió la mano para que me levantara, al estar a la misma altura junto nuestras frentes mientras me miraba a los ojos.

–Te quiero, más de lo que pude llegar a querer a una persona.–y me beso.

Creo que en ese momento era una de las personas más felices de la tierra, después de todo por lo que había pasado al fin me tocaba ser feliz otra vez y lo que más me gustaba es que era feliz al lado de la persona que queria.

Fin