CAPÍTULO XX

13 3 0
                                    


    Sentido polisémico de «en el principio hizo Dios el cielo y la tierra»

29. De todas estas verdades, de las que no dudan aquellos a quienes has dado ver con el ojo interior del alma tales cosas y que creen firmemente que Moisés, tu siervo, habló con espíritu de verdad; de todas estas verdades, digo:

Una verdad [interpretación] toma para sí el que dice: En el principio hizo Dios el cielo y la tierra, esto es, en su Verbo, coeterno con él, hizo Dios las criaturas inteligibles y sensibles o las espirituales y las corporales.

Otra, el que dice: En el principio hizo Dios el cielo y la tierra; esto es, en su Verbo, coeterno consigo, hizo Dios toda la materia de este mundo corpóreo, con todas las naturalezas manifiestas y conocidas que contiene.

Otra, el que dice: En el principio hizo Dios el cielo y la tierra; esto es, en su Verbo, coeterno consigo, hizo Dios la materia informe de las criaturas espirituales y corporales.

Otra, el que dice: En el principio hizo Dios el cielo y la tierra; esto es, en su Verbo, coeterno consigo, hizo Dios la materia informe de la creación corporal, en donde estaban confusos el cielo y la tierra, que ahora, ya distintos y formados, percibimos en la mole de este mundo.

Otra, el que dice: En el principio hizo Dios el cielo y la tierra; esto es, en el principio mismo del hacer y del obrar hizo Dios la materia informe que contenía confusamente el cielo y la tierra, de donde salieron formados, como ahora están y aparecen, con todas las cosas que hay en ellos.

LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora