CAPÍTULO XXXIII

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   Todas las criaturas de Dios tienen mañana y tarde

48. Te alaban tus obras para que te amemos, y te amamos para que te alaben tus obras, las cuales tienen por razón del tiempo principio y fin, nacimiento y ocaso, aumento y disminución, apariencia y privación. Tienen, pues, consiguientemente, mañana y tarde, parte oculta y parte manifiesta. Porque han sido hechas de la nada por ti, no de ti, ni de alguna cosa no tuya o que ya existiera antes, sino de la materia concreada, esto es, creada a un tiempo por ti porque tú formaste sin ningún intervalo de tiempo su informidad, porque tú formaste sin ningún intervalo de tiempo su informidad. Porque siendo una cosa la materia del cielo y de la tierra y otra la forma del cielo y de la tierra, tú hiciste, sin embargo, a un tiempo las dos cosas, la materia de la nada absoluta, la forma del mundo de la materia informe, a fin de que la forma siguiese a la materia sin ninguna demora interpuesta.

LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora