El comienzo

1.4K 38 2
                                    

Capitulo I

Es una tarde lluviosa y fría en la ciudad de Moscú, el verano había terminado dándole paso a las hojas de otoño. Salgo del aeropuerto y veo a lo lejos a mi viejo amigo James - ¡Volkova! – dice al agitar su mano, camino un poco de prisa hasta que solo estoy a un metro de él – no has cambiado nada Ivanovich – digo al abrazarlo efusivamente – te extrañe mucho Volkova, mira lo hermosa que estas, has cambiado mucho – dice al sacudir mi corto y negro cabello que me llega hasta la mitad de mi cuello – creo que si… - digo al sonreír – ya no eres la rubia inquieta que conocí, ahora luces tan madura… - dice al tomar mis maletas – la vida no es fácil, nos hace madurar tarde o temprano – digo al bajar la mirada – en eso tienes razón, ahora explícame el motivo por el cual tuve que venir a recogerte, sabes que no me molesta, pero por que tu padre no envió a uno de sus chóferes o por que no vino tu madre - dice al colocar las maletas en la parte de atrás de su auto – por que mi padre murió antesdeayer y no quería que uno de los chóferes me viniese a buscar, mamá también llega hoy – digo al colocarme unas gafas oscuras - Yulia lo siento tanto – dice al abrazarme – no te preocupes, tu sabes la relación que mantuve con mi padre – digo seria al soltarlo – si, sé que ustedes no se llevaban nada bien y es compresible, él no fue buen padre, aunque gracias a él tienes lo que tienes – dice al abrirme la puerta – gracias – digo al cerrar la sombrilla y sentarme – yo necesite a un padre, no al dinero que mandaba cada mes, me gradué en Oxford, pero jamás tuve de él ni siquiera un “te quiero” lo vi unas 8 veces desde del divorcio – digo al colocarme el cinturón – lo sé, pero aun así era tu padre y de seguro te duele – dice al encender el motor – no, como me va doler algo que jamás conocí, vine por que mi madre me dijo que lo hiciera – digo al cruzar mis brazos – a pesar de todo tu madre hablaba bastante con él y con tu madrastra – dice al acelerar - ¿Cuál de todas? – digo al bostezar – con la última creo, vamos Yulia solo has tenido 3 madrastras – dice al sonreír – a la primera la conocí, con la segunda hable solo una vez por teléfono y de la última no sé ni su apellido – digo al mirar las calles de mi amada Moscú – no ha cambiado mucho desde que me fui – digo al esbozar una media sonrisa – no, pero hay nuevos antros, cafés y un nuevo centro comercial – dice al girar – eso imagine… - digo al ver algunos niños correr en las aceras emocionados por la lluvia – en estos seis años solo he visto a tu madre 3 veces, la última vez me dijo que estaba super ocupada con un desfile de moda en Milán – dice al detenerse en un alto – si, eso fue hace 7 meses, la verdad esta muy ocupada, hoy llega si no es que ya llego de Paris – digo al suspirar – entiendo… y dime como te ha ido en tu empresa – dice al acelerar – bien, no me puedo quejar… financieramente todo esta bien, pero sentimentalmente no, en estos últimos años he sido bastante promiscua, me aburro fácilmente de las mujeres y no es por que le tenga pánico al compromiso, si no que la verdad no encuentro a esa persona que me haga sentir bien y que yo la haga sentir bien – digo al bajar la cabeza – te entiendo, yo también he tenido una vida loca, solo logro concentrarme en el trabajo – dice algo serio, como si estuviera triste – lo sé, me pasa lo mismo, sufro de insomnio, necesito pastillas para poder dormir, puedo estar rodeada de cientos de personas y aun así el aire huele a soledad – digo al notar que hemos llegado – así es, bajemos – dice al apagar el motor. 

Salgo del auto sin la sombrilla, necesito sentir las gotas de lluvia por alguna razón que no comprendo, me quito los guantes y los coloco en el bolsillo de mi abrigo, camino despacio hacia la entrada del cementerio que se encuentra repleta de personas, reconozco a uno de los guardaespaldas de la familia y me le acerco – señorita Yulia, que gusto volver a verla – dice Frederick amablemente – lo mismo digo, vine con James – digo al tomar la mano de este – entiendo… puede pasar – dice al correrse para que podamos pasar. 

A pesar de la gran multitud puedo ver a los lejos un gran circulo de personas debajo de una tienda negra, que supongo que rodean el ataúd ¡que hipócritas! Pienso al caminar despacio no llevo prisa, mi padre no fue una gran persona para él “1. Era él 2. Era él y 3. Era él” no era afectuoso con nada ni con nadie, con mi madre fue la única con la quien se caso por la iglesia, su primera esposa era 10 años más joven que él, era muy hermosa, pero su defecto era la avaricia. 

Mi odiosa MadrastraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora