Lo Sabe

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Capitulo IX

3 semanas después… 

Me levanto de mi escritorio y camino hacia la ventana, fijo la vista en el urbano y casi níveo paisaje, trato de ordenar mis pensamientos – me he vuelto dependiente a ti… - digo al soltar un profundo suspiro – trato de sacarte de mivida, pero siento que al hacerlo, muere algo dentro de mi… - digo al hacer una mueca y tocar mi nuca. 

Desde aquel segundo encuentro, ella siguió visitándome en las noches (por dos semanas) habían veces que no respondía a sus besos, que deseaba abofetearla y largarla de mi habitación, de mi vida y de mi corazón, mas no pude… no pude evitar sentirme bien, cuando en esas anheladas noches, sus labios rozaban casi tímidamente los míos, para luego culminar en uno de esos besos donde se entrega hasta el alma… no sé si ella sepa o no que finjo estar dormida, solo sé que al probar sus labios, estos queman mi piel. 

Era irónico vernos discutir en el día, sin embargo cuando el sol se ocultaba, las cosas cambiaban, éramos dos almas esclavas de nuestros impulsos, tal vez de nuestro corazón, cuando en aquellas frías noches ella aparecía e inundaba mi habitación con su aroma, todo era diferente, el enojo, el orgullo, todo desaparecía, solo quería perderme en sus labios, quería dejar de pensar por un momento, quería confesarle en mis besos, lo que no pueden pronunciar mis labios. 

Me exasperaba que en las mañanas al desayunar, se comportara como “aquí no a pasado nada” delante de mimadre y de nanny se hacía la digna ¿esa mujer no sabe qué es tener vergüenza? en ciertas ocasiones llegue a levantarme de la mesa, no soportaba su falsedad, pero yo tampoco me quedaba atrás. A pesar de las cosas que decía de ella, en las noches esperaba ansiosa por sus besos, por esos hondos suspiros que dejaba escapar de sus labios antes de irse, por su aroma, ósea por ella. 
Tanto ella como yo éramos hipócritas si, porque esa es la palabra correcta para definir lo que estaba pasando entre nostras: “hipocresía”, llego un momento que no pude mirar a mi madre a los ojos ¿cómo hacerlo? Me daba vergüenza mirarla y tener que decirle cientos de barbaridades de “esa mujer” cuando en la noche me besaba con la que decía odiar, creo que mi madre lo noto, aunque nunca me pregunto ni me a preguntado nada. 

Al parecer tenía razón, Frederick esta enamorado de Lena, lo sé por la forma en que la mira y le habla. He llegado a pensar que son amantes y que le veían la cara a papá “y hasta a mí” sin embargo hay veces que noto que Lena no sé da cuenta de sus “indirectas” o se hace la que no se da cuenta. 

Sinceramente ya no sé qué pensar… 

Al pasar las dos semanas, tome la decisión de ignorarla y creo que ella lo notó, discutíamos demasiado, ya no me enojaba tanto el hecho “de que sea oportunista o no” me exasperaba el hecho de que ella tenía (y tiene) la osadía de decirme que no le gustan las mujer, pero y entonces ¡POR QUÉ DEMONIOS ME BESA?!!! Estuve en dos oportunidades a punto de gritarle, que sabía muy bien lo que ella hacía en la noche y que esperaba una respuesta de su parte, mas me he contenido… me he contenido porque temo que el día en que le haga esa pregunta deje de seguir visitándome en las noches y ya siento que no puedo vivir sin sus besos, o pudiera ser que yo también al enfrentarla termine por confesarle lo que siento. 

Damián pesco un resfriado y no pudo a ir a Bucarest a cerrar un importante trato con un nuevo cliente, yo tenía que arreglar algunas cosas en San Petersburgo, así que Lena tubo que ir a Rumania hacerlo. 

Esta semana he sentido su ausencia y aunque me duela admitirlo, la extraño demasiado, sin darme cuenta me volví dependiente a ella, siento que la necesito como necesito respirar… 

Me quito de la ventana y vuelvo a sentarme – ¿podré seguir callando esto? - digo al tocar mi pecho – creo que no… - dice James al entrar – yo… - digo al rascar micabeza y bajar un poco la mirada - ¿yo? – Dice al sonreír y mirarme – yo… yo… - digo al bajar la mirada y mover mis dedos nerviosamente - ¿qué es lo que te atormenta? ¿Qué es lo que estas callando? – dice al cruzar sus brazos y levantar una ceja – nada… - digo sin mirarlo - ¿nada? Te conozco como la palma de mi mano, algo te está pasando, dime qué es – dice un poco preocupado – creo… creo que… creo que me enamoré… me enamoré de la persona incorrecta y no sé cuanto más lo pueda ocultar – digo al mirarlo – últimamente no has salido, así que supongo que conozco a la chica, debe ser alguien de la empresa, por que aquí te la pasas metida – dice pensativo - ¿sabes? No sé que hacer, este sentimiento me esta matando – digo al cubrir mi rostro con mis manos – ya veo, estoy seguro que esto que diré, te sonará absurdo, pero es la única respuesta lógica que halle…te enamoraste de tu madrastra ¿verdad? – dice al levantarse y caminar hasta mi – al parecer no es tan absurdo lo que dije ¿verdad? – dice al colocarse en cuclillas y quitar mis manos del rostro – respóndeme ¿estás enamorada de la señora Elena? – Dice al tocar mi mentón - ¿estás enamorada de tu esposa? – dice al verme a los ojos – si… - digo al morder mi labio inferior y dejar caer algunas lagrimas – me enamoré de ella… y no logro sacarla de aquí – al señalar mi corazón – la trato mal, le he dicho hasta de lo que se va morir… me desespera, pero aun así la quiero – digo al abrazarlo – tengo miedo… tengo miedo de que sea una oportunista… y al entregarle mi corazón lo bote… lo bote a la basura como un traste viejo – digo al sentir como acaricia mi espalda – shhh… tranquila ¿ella sospecha algo? – dice al acariciar mi espalda y nuca – no… no creo, hay algo peor – digo al separarme de su abrazo y levantarme - ¿peor? – dice al levantarse y fruncir el ceño – si… - digo al secar mis lagrimas y mirar hacia la ventana – hace una semanas atrás, después que volvimos de Siberia… ella…(suspiro) ella entro a mi habitación y me beso, pero no le correspondí, pensé que había sido un sueño, sin embargo dos noches después me di cuenta que no era así – digo al voltearme y mirarlo – lleva semanas hiendo a mi habitación, solo que desde el segundo encuentro, yo… yo le correspondo y finjo estar dormida… por favor no me mires así – digo al notar su asombro – ustedes ya… - dice al levantar una ceja y hacer unos ademanes con sus manos – ¡NO! Ya te dije que solo nos besamos, ella piensa que le correspondo inconcientemente – digo algo sonrojada – ah ya… me has dejado… wow – dice al rascar su cabeza y cubrir su boca – ustedes se odian, no se soportan, a veces están a punto de matarse… ¿cómo es posible que se besen? – dice al sentarse y pasar una mano por su rostro, como si tratara de buscar una respuesta “lógica” – no me preguntes eso, por que desde que descubrí que la amo… me hago la misma pregunta (y otras más) – digo al sentarme y suspirar – tu… ella… ella… tu ¿ella también te ama? – dice al levantarse y servirse una copa de vodka – no… no lo creo, quizás me desee… ¿sabes? Me obstina que delante del mundo, ella diga que no le gusten las mujeres y en las noches vaya a besarme – digo al servirme una copa también – mira, yo no podría decirte si te ama o no, pero no debes molestarte ¿cuántas veces no me has dicho que la odias? Que no soportas su cercanía… tu y ella son iguales, tarde o temprano sabrás que es lo que siente, como amigo te digo que trates de calmarte y que le bajes un poco a esa soberbia que tienes, si no lo haces terminará matándote, tanto a ti como a ella – dice al terminar su bebida y levantarse – una cosa es decirlo y otra hacerlo – digo al servirme otra copa – el vodka no te va a dar las respuestas que necesitas… ya me voy, solo quería saber como estabas, por cierto me saludas a tu mamá – dice al besar mi frente – te acompaño hasta el ascensor – digo al arreglar mis mangas – esta bien – dice al abrir la puerta y salir. 

Piensa muy bien lo que te dije y por favor no tomes – dice al caminar y presionar el botón del ascensor – no te prometo nada, pero tratare – digo al esbozar una media sonrisa – algo es algo – dice al despeinar mi cabello – no… hagas… eso – digo al ver como el ascensor abre sus puertas y Lena queda delante de nosotros - ¿te sucede algo? – Dice ella preocupada al fruncir el ceño – nada… nada que te importe ¿te puedes quitar de mi camino? – Digo al recobrar mi postura – eres una persona tan… tan odiosa, pedante y amargada que… que… ¡me estresas!- dice irritada - no… - dice James al tratar de calmarnos, sin embargo lo interrumpo - ¿amargada? ¿YO SOY LA AMARGADA? ¡POR DIOS! si la amarga eres tú, más odiosano puede ser… si sigues así no encontraras a nadie quien te ame... – digo en tono iracundo al mirarla “quien la ve piensa que es un angelito” sin embargo es de esas personas “tira la piedra y esconde la mano” – pues hay muchos… hay muchos que me quieren así – dice al bajar la mirada - ¿Cómo Frederick? – digo al cruzar mis brazos – COMO ÉL – dice de forma altanera al mirarme – lo sabía… sabía que eras… - digo al apretar fuerte mis puños – después te llamo James – digo al besar su mejilla y caminar deprisa hasta mi oficina – NO QUIERO QUE NADIE ME MOLESTE – digo al azotar mi puerta – yo aquí extrañándola, sintiéndome…- digo al servirme una copa de vodka - argg ESA MUJER ES UNA CUALQUIERA, yo sabía… YO SABÍA QUE ERAN AMANTES – digo al estrellar el vaso contra la pared - ¡QUE SE VAYAN AL INFIERNO LOS DOS! – digo al tirar todos los papeles de mi escritorio - ¡QUÉ DEMONIOS TE SUCEDE?! – dice al entrar y azotar la puerta - ¿quién te crees que eres? Ah RESPONDEME... – dice al levantar una ceja – no tengo que responderte nada, vete de aquí… si no te vas ahora mismo, esto no terminara bien – digo al intentar retener las lagrimas – esto no comenzó bien Yulia, es imposible que acabe bien – dice al soltar un bufido más de cansancio mental que físico. 

Sabía que tarde o temprano ella haría algo que me demostraría la clase de persona que es - ¡LARGATE! – digo al limpiar mis ojos y mejillas – NO ME IRÉ… ¡ESTOY HARTA! Estoy harta que siempre digas que soy una cualquiera, que yo sepa la que se acostaba con la primera mujer que veía eras tu – dice al cruzar sus brazos - ¿cómo te atreves? – digo al acercármele – lo mismo me pregunto yo… ¡POR DIOS YULIA MADURA! Ya no eres una niña, compórtate de acuerdo a la edad que tienes… de todas formas si me acuesto o no con Frederick… ¡NO ESTU MALDITO PROBLEMA! – dice al hacer ademanes con sus manos, sus mejillas están coloradas, al igual que sus orejas – yo no me la tiro de virgen y mucho menos de Santa… tienes razón, si te acuestas con él es tu MALDITO PROBLEMA, pero entonces quítate esa mascara de niña buena y muéstrale al mundo la clase de víbora que eres – digo al empujarla – no hagas papeles de doncella, cuando eres… CUANDO ERES UNA CUAl… - no termino la oración por que una de mis mejillas se encuentra adolorida por la bofetada que me acaba de dar, toco mi enrojecida mejilla y le devuelvo la bofetada - ¡QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE ME TOQUES! –digo al ver como se toca su mejilla izquierda - ¡ERES UNA ESTÚPIDA! ¡POR MI VETE AL DIABLO! 
Quieres que las personas sean honestas y tu misma no lo eres… - dice al limpiar algunas lagrimas y darse la vuelta – AH QUIERES HABLAR DE “HONESTIDAD”… hablemos entonces, te aseguro que yo no soy ni la mitad de falsa ni buena actriz que eres tú – digo al tomarla del brazo - ¡SUELTAME! no sabes lo que dices – dice al intentar soltarse – ah no sé lo que digo… por que ahora alucino, por que ahora estoy loca ¿verdad? – Digo en tono sarcástico al jalonearla – de todas formas quiero que me expliques… (Respiro) quiero que me expliques ¿Por qué diantres vas a mi habitación en las noches y me besas? – Digo ante su mirada atónita – yo… - dice en tono enervador. 

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Mi odiosa MadrastraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora