Capitulo III
Al llegar a la mansión corro al estudio donde me sirvo una copa de vodka, enciendo la radio y escucho algunas canciones que logran calmarme, mientras me sirvo una copa detrás de la otra, quiero embriagarme hasta olvidar mi nombre, me siento y cierro los ojos hasta que escucho una melodía que hace que me paralice.
Llegas de repente a mi vida,
Escasamente te conozco,
Se de ti
Yo no se que tengas en la mente,
Pero te advierto
Que algo raro pasa en mí.Dime de donde vienes
Dime de que extraño mundo eres tú,
Y sin pedir nada a cambio
Tú te entregas como nadie.Le das luz a mis días intrusa,
Tan solo eres una intrusa,
Que me ha robado el sueño
Y le ha devuelto
La esperanza al corazón.Intrusa, tan solo eres una intrusa,
Que me ha robado el alma
Tan solo es una intrusa...Llegas y me cambias el destino
Rompiéndome esquemas de
La vida de antes de ti
Sanas con tus manos mis heridas
y con tus labios borras
Cada cicatriz.Al terminarse la canción tomo el radio y lo estrello contra la pared – ESO ERES… ERES UNA INTRUSA… ME ESTAS ENLOQUECIENDO, PERO JURO QUE NO ME VERÁS LA CARA DE TONTA, AUNQUE ME ENAMORE DE TI, JAMÁS TE LO DIRÉ… - tomo el vaso y también lo estrello contra la pared, tomo la botella del escritorio y empiezo a beberla, camino hasta el sofá color marrón y siento como doloras lagrimas salen de lo más profundo de mi corazón, odio estar aquí y tener que estar con ella y lo que más odio es que cuando estoy tan cerca de ella soy tan débil, a veces creo que ni se da cuenta y otras que tiene un plan para hacer lo mismo que hizo con mi padre, por eso tengo que ser fuerte y tratarla como lo que es, como una intrusa.
Después de un rato me termino toda la botella, me acuesto en el sofá y escucho a lo lejos y no muy claramente la voz de mi madre, creo que esta enojada, pero sin querer mis parpados se sienten pesados haciendo que pierda el conocimiento.Al día siguiente…
Abro los ojos perezosamente y logro sentarme – que dolor… - digo al tocar mi cabeza – date una ducha, después hablamos – dice mi madre desde el marco de la puerta – no quiero hablar, quiero unas aspirinas – digo al levantarme y hacer una mueca al tocar mi nuca – no lo volveré a repetir – dice al salir – y a esta que le pasó – digo entre dientes al caminar despacio, aun me siento mareada. Al salir del estudio observo a nanny arreglar algunos cuadros – nanny por favor consígueme un vaso de agua y unas aspirinas, tengo la cruda de mi vida – digo al subir las escaleras – se la llevo en un momento señora Yulia – dice al bajar la cabeza, acaso me ha llamado “señora” – nanny por que me llamas así – digo al detenerme y mirarla – tanto su madre como yo, siempre la hemos tratado como una niña, por eso usted se comporta así, ahora es una mujer hecha y derecha, además ya esta casada – dice al darse la vuelta – si con una verdadera arpía… yo aun así quiero ser tu niña – digo al bajar y tomar su brazo – si me permite decirle… - coloco mis dedos en sus labios – shhh, sabes que eres como mi madre – digo al mirarla – usted se esta comportando como una niña berrinchuda, deje de ser tan caprichosa, no luche con usted misma y abra los ojos – dice al acariciar mis mejillas y retirarse – los tengo bien abiertos… - digo en voz queda al subir las escaleras.
Al caminar por el pasillo me quito los zapatos y me detengo en su puerta, la abro lentamente hasta ver como se quita la toalla para colocarse su ropa interior – wow – digo al ver su escultural cuerpo, su espalda esta cubierta de pecas, tiene unas curvas maravillosas, aunque quiera cerrar los ojos y decir que no están hermosa, es imposible es la mujer más hermosa que he visto.
Cierro la puerta lentamente y camino a mi habitación – por que la deseo tanto… - digo cerrar la puerta y comenzar a quitarme el vestido – su piel se ve tan suave, quisiera recorrerla, memorizar cada peca, cada lunar, quisiera tantas cosas, pero es imposible – digo al estar completamente desnuda y entrar al baño.