Capítulo diez

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El lugar estaba repleto de limusinas y personas con trajes formales.

El palacio de gobierno era un edificio completamente blanco al estilo greco-romano. Es decir que tenía una cúpula y estaba rodeado de columnas. Unas gradas llevaban directamente al portón principal y este al hall en donde el baile se celebraría.

Joshua dejó la motocicleta de William aparcada detrás del palacio, a unos metros de una escalera de emergencia que salía del edificio.

Abril se bajó de la moto, le devolvió el saco a Joshua y se sacó el casco de la cabeza.

De acuerdo con el plan, ellos esperarían a que una limusina aparcara frente al palacio, entrarían por la puerta izquierda, de donde la gente no salía, y así entrarían como si nada hubiese pasado.

Esperaron durante unos minutos hasta que al fin una gran limusina blanca se detuvo justo frente al lugar. Caminaron lo más rápido que pudieron y se metieron en la limusina saliendo al otro lado. Nadie notó su pequeña jugada.

Primero salió Joshua y después de él Abril. Joshua le ofreció su brazo a Abril, ella lo agarró y juntos caminaron por la alfombra roja directamente a la puerta. En la puerta un hombre alto les pidió sus nombres, ellos le dijeron los nombres falsos, el hombre buscó en la lista y luego los dejó pasar.

Una vez adentro, los dos miraron embobados el inmenso salón que tenían al frente.

Era lo más parecido a un castillo de cuento de hadas. Había dos escaleras alfombradas a los costados del salón, estas llevaban a las habitaciones superiores, donde trabajaban las personas, incluido el alcalde. Varias mesas y sillas estaban distribuidas por todo el espacio, a excepción del centro, donde una suave alfombra roja recorría el salón desde la entrada hasta un podio. El podio estaba situado entre las escaleras, a los lados de este estaba la bandera de Peniel y la bandera del partido Libertad. Al fondo del salón se hallaba una pared desnuda, donde se transmitiría un video con las obras que el gobierno había realizado en Peniel.

Claro que justo en el momento que se transmitiera aquel video, Abril y Joshua pondrían su video.

Joshua y Abril intentaron mezclarse con la gente hasta encontrar la habitación que los llevaría a la sala de control, para así meter el video y salir de ahí lo más rápido posible.

Sin embargo, Abril posó su atención en algo y arrastró a Joshua hacia el lugar.

     - ¿A dónde vamos?

     - Tú solo cállate y sígueme la corriente.

Abril tocó el hombro de un hombre que estaba de espaldas a ellos, Joshua no entendía nada de lo que ella hacía, y siguió sin comprenderlo al ver el rostro del hombre al que Abril odiaba. La piel de Joshua se erizó cuando la mirada de Hernández estudió a Abril.

Los ojos de Abril irradiaban tal odio que Joshua se preguntó si tal vez debería sostenerla antes de que le saque los ojos a Hernández. Pero de pronto ella sonrió, era una sonrisa completamente falsa que obviamente el presidente no notó.

     - Señor presidente – dijo Abril con simulado respeto – un gusto haber sido invitada a esta hermosa reunión.

Hernández aceptó la mano que Abril le había ofrecido mirándola cautelosamente.

     - Gracias por venir, señorita…

     - Ramírez, Ing. Miriam Ramírez, para servirle, señor presidente.

     - Estoy casi seguro que la he visto en otro lado.

Ante este comentario, la expresión de Abril se volvió tan ácida que hizo que sus labios formaron una fina línea, como si estuviera aguantando el impulso de soltar algunos insultos a Hernández.

En busca del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora