Capítulo 48. Formando recuerdos.

350 22 40
                                    

POV Allison.

Carol, ¿de verdad crees que me quedará bien? —

—Te di la receta tal cual, así que estoy muy segura. Ahora que si quieres, puedo hacerlo yo...—

—No, en realidad yo quiero hacerlo. Tú te vas a encargar del de Daryl peque y yo quiero hacer el de papi Daryl.—

—¡Jajaja, es un lío llamarse igual al padre. Deberíamos llamarlo "mini Dixon", como hace Glenn. —

—La mayoría ya lo llama así. Glenn es bueno para marcar tendencias. —

—Pues mini Dixon será entonces. —
reímos ante el sobrenombre y seguimos haciendo una lista detallada de lo que necesitaba.

En dos días era cumpleaños de Daryl, y el fin de semana festejaríamos el bautizo de nuestro hijo.
Fue un tema a tratar con él, que nunca fue partidario de ninguna religión, y menos aún viviendo en medio de un apocalipsis. Sé que tal vez parezca una pérdida de tiempo, pero para mí era importante hacerlo, así que estuvo  de acuerdo.

Además, el de la pequeña Anette fue tan bello, que no quise dejar pasar la oportunidad de hacer algo para mi pequeño hombrecito.
Sonreí con tan sólo recordarlo. Tenía ahora casi dos meses de nacido, pero era sorprendente lo grande e inteligente que era, además de ser el bebé más guapo que hubiera visto nunca.

De piel blanca como la mía y ojitos azules como papá. En realidad, parecía una calca de él, sin decir que era el único que lograba que dejara de llorar, con tan solo su voz y sus brazos.

Daryl había resultado ser un excelente padre, me ayudaba en todo cuanto podía, incluso a cambiar pañales, lo que al principio le costó un poco de trabajo. Yo moría de ternura cada que los veía juntos, cargándolo, platicándole, incluso dormidos. Era tan feliz, que casi olvidaba lo que se vivía fuera de los muros de Alexandria, que ahora tenía una tranquilidad por mucho tiempo anhelada.

Salvo algunos caminantes que merodeaban una que otra vez, no habíamos tenido que preocuparnos por nada más.

Llevaba muy bien la cuenta de los días, no así Daryl quien seguro no tenía ni idea de que su cumpleaños estaba muy cerca. El segundo que pasaríamos juntos, así que con la complicidad de Carol quien cuidaría al bebé, podríamos pasar un tiempo juntos y a solas.

—¡Debo irme! Ya es tarde y no quiero que Daryl sospeche.— guardé la lista  y abracé a Carol en forma de despedida.— Y gracias otra vez por ser mi cómplice.—

—Tal parece que se nos está haciendo costumbre. — dijo, recordando también el año anterior.

—¡Y esperemos que así siga por mucho tiempo!— dije, al tiempo que tomaba la cesta con muffins, que fue el pretexto que encontré para poder ir a su casa.

Caminé hasta llegar a la nuestra, entré y los puse sobre la mesa del comedor, para después subir silenciosamente hasta la recámara.

--¿Sigue dormido?-- pregunté en un susurro.

--Sí, está durmiendo aún, así que ven acá. -- se acercó a mí, dándome un beso. --te fuiste mucho tiempo, ¿qué tanto hacías allá? --

--Te dije que fui por los muffins que me preparó Carol, pero aún les faltaba algo de tiempo, por eso tardamos.Ven, vamos afuera, dejémoslo descansar.--

—¡Tengo una mejor idea!— dijo jalándome hacia un lado, a nuestra habitación.

Me tomó de la cintura y me atrajo a su cuerpo, besando mi boca con ansias.

Aunque nuestra vida sexual había vuelto a la normalidad, la abstinencia lo hizo ser más apasionado, así que cada que podíamos, aprovechábamos el tiempo.

Una... ¿Nueva Vida? [Daryl Dixon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora