Eclipse

Capítulo 2

―¡Lilith! ¡Bienvenida a casa hija! ―dijo una señora que pasaba los 40 años. Tenía apariencia algo cansada, pero sus cabellos color marrón oscuro, sus ojos del mismo color y su buen porte opacaban ese detalle y la hacían ver hermosa.

―Hola mamá... ―respondió Lilith, mientras dejaba su mochila al lado de la puerta, caminaba hacia el comedor y se sentaba en frente de la mesa.

―¿Cómo fue tu día? Ya ha pasado un mes desde que empezaron las clases y no me has contado de nadie nuevo...

―¡Ah! Justo hoy vino un alumno nuevo, mmm... Creo que se llamaba Ziven, al parecer es de Rusia... Y mí dia... Bueno, creo que todo normal,  solo que a la mañana tenía muy mal humor...

―¿Un alumno nuevo de Rusia? Wow, al parecer este año mejoraron la calidad de alumnos. ¿Mal humor? Acaso te levantaste con ―Lilith la cortó y le dijo.

―Sí mamá... Pero ya estoy mejor ―le dijo mientras le mostraba una sonrisa.

―Esta bien... ―respondió no muy convencida si creer o no, lo que le decía su hija.

―Voy a hacer la tarea. Me voy a demorar un poco, nos dieron una cantidad considerable ―informó Lilith.

―¿Tanta es?

―No ―y se levantó a buscar su mochila, luego empezó a sacar sus libros encima de la mesa.

Ella prefería hacer la tarea y otras actividades en el comedor o la sala de estar, ya que su madre pasaba por esos lugares seguido y eran los espacios mas grandes de la casa. No quería estar encerrada en su habitación, sin nadie al rededor.

~•~•~•

Luego de un viaje en colectivo, de aproximadamente quince minutos, Ziven al fin pudo llegar a su hogar. Entró y fue directo a su cuarto, después de terminar todo lo que tenía que hacer, como la tarea y alistar sus cosas. Empezó a buscar algo debajo de su placard.
Ahí había una pequeña caja con una cuchilla pequeña. Siempre cambiaba de lugar esa caja para que su madre no la encontrara. Tenía que cumplir su cometido rápido, ya que ella iba a venir en un poco menos de una hora.

Rápido, sencillo, y cuidando de no manchar nada, empezó a hacerse pequeñas tajadas en las costillas. Luego de que acabará, se fue a bañar. Esto era algo en lo que Ziven ya estaba acostumbrado, el dolor físico que le provocaba lo que hacía, no se comparaba a su dolor interior. Para el ese momento era en donde podía olvidar. Cada vez que sanaba una herida, se hacía otra cuando lo creía necesario, como los momentos en que quería escapar asi que no se lastimaba seguido. Tomaba precauciones para que nadie descubriera su secreto. Solo él podía ver la pequeñas marcas que dejaban sus cortes. Había que mirarlo muy de cerca para sospechar algo.

Luego de que saliera del baño, su madre ya había llegado. Cenaron cuando llego su padre y más tarde... Bueno, pasó algo a lo que la familia Pretov ya estaba acostumbrada.

Una vez que Ziven empezó a dormir, vinieron las pesadillas, los gritos y todo... Se levantó a la madrugada, con miedo. Lo veía de vuelta, estaba ahí, o tal vez no estaba, él ya no lo sabía. En esos momentos lo que es real o no, era imposible de diferenciar. Había sombras horribles por todos lados.

Casi parecían reales, por poco sentías que algo negro estaba a metros de ti. Pero lo peor, era la sensación de estar vigilado, que en cualquier momento algo aparecería y te haría las cosas más crueles que te podrías imaginar. Tal vez para muchos esto no les cause nada, pero para Ziven sí, por que el lo vivía, él era el que sentía todas esa sensaciones horribles, él que se preguntaba cada día que era esa cosa que nunca podía ver, que aparecía solo para atormentarlo. De nuevo, sus padres tuvieron que ir a su habitación y tratar de tranquilizarlo, pero eso no era una tarea fácil. Aunque estaban ahí ellos, él seguía sintiendo todo. Pero cuando al fin podía tranquilizarse un poco, le decía a sus padres que se vayan a dormir, que se sentía mejor, y aunque no era una total mentira, no podía desvelarlos toda la noche, él no les haría eso...

Lo que le pasó a Lilith esa noche no era muy diferente a lo Ziven, solo que... Ella lo había sentido y se había ganado un nuevo trauma. También esa noche, puede que jamás la olvidaría.