Reconocer a donde perteneces, que haces, quien eres, no es difícil cuando te lo recalcan día a día, cuando no sabes como partir de cero nuevamente, no es difícil ser el/la desadaptada de tu entorno, no tener idea de como encajar, que cuando quieras ser socieble no lo logras por más que te lo propongas, no es que seas un rarito, simplemente, no te adaptas a la sociedad como lo hacen los demás, no eres tu, son los demás que no les interesa que tu existas o no.
Es difícil ver como todo contrasta, el negro con el blanco, un animal y un arbol, todos pueden ser amigos, pero tu único amigo de millones y millones de personas en el mundo quizás y el universo es un trozo de metal llamado celular o un cúmulo de páginas desgastadas llamadas libros.
No importa cuanto lo intentes, simplemente no eres la clase de persona que tienen como amigo, quizás eres un buen pañuelo desechable pero ellos no estarán para preguntarte que te sucede para insistirte para que les cuentes tus problemas, no lo harán, no porque no les importas sino porque ni siquiera saben que existes.
Amigos, lo que no tengo.
