Epílogo

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—¡Josselynn! —Exclamé frustrado, pasé una mano por mi pelo despeinándolo, pronto la peli negra se apareció en la puerta de nuestro estudio.

—¿Qué pasa?

—¿Has visto mi cuaderno?

—¡John! Tienes miles de cuadernos ¿Cómo esperas encontrar uno en específico? —La miré reprochándola.

Josselynn era arquitecta, se había graduado hace unos meses y en la actualidad había comenzado a trabajar para una muy buena empresa de arquitectura, nos habíamos mudado juntos hace dos años, el apartamento tenía dos cuartos, de los cuales uno era un estudio para ambos, había dos escritorios pegados a la pared y junto a uno había una mesa de arquitectura y junto al otro lienzos para pintar, yo exponía mis pinturas en el museo de la ciudad, tal como la primera vez que lo hice, algunas se vendían en subastas, el punto es que no importa el tiempo no me acostumbraba al desorden de Josselyn, aún siendo pintor era mas ordenado.

Tenía todos mis cuadernos en orden y mi parte del estudio estaba siempre perfecta y era fácil de encontrar las cosa sin embargo la suya siempre estaba llena de papeles y planos, algunas noches debo venir al estudio a buscarla a las 3 de la madrugada, a pedirle que vaya a dormirse y la encontraría con miles de vasos de café regados por todos lados y una pelinegra muy concentrada, siempre estaba tarde a todos lados, era muy ocupada y por eso dejaba todo tirado.

El desorden que provocaba en el estudio era la mayor razón de peleas entre nosotros, como toda pareja no éramos perfectos, peleábamos aunque por tonterías, pero a pesar de eso encontraba que su desorden era hermoso en el momento en que me mostraba el edifico o casa que había terminado de diseñar, Josselynn creía fuertemente en que podía crear un mundo mejor a través de cosas bellas y visibles para todos.

Nos amábamos, tanto como se podía amar la cosa mas importante en tu vida, no, tanto como amabas a tu vida, nuestro amor no era celoso, no peleábamos por celos, problemas financieros, nuestros ocupados horarios, las veces en que comenzábamos a dibujar y no le prestábamos atención al otros, Josselynn no me peleaba cuando le llenaba la sala, habitación y estudio de mis pinturas, y yo no le peleaba cuando las paredes se llenaban de planos y diseños, no peleábamos por cosas así, porque sabíamos que nos amábamos, que la otra persona nos amaba.

Y que al final del día volvería a ver a aquella persona y podríamos vernos y besarnos como la primera vez, y hundirnos en las sabanas, abrazarnos y reír juntas, porque siempre encontrábamos tiempo para el otro, aunque nunca nos separábamos porque siempre pintábamos o dibujábamos, eso era lo mas bello de nuestra relación el hecho de que dibujábamos, y eso era arte y el momento en el que nos pertenecíamos más y sentíamos a la otra persona más cerca era cuando nos dedicábamos a este, y como ella pintaba tanto o más que yo, siempre estábamos juntos.

—Está en el balcón. — Me dijo. — ¿Como llego ahí? Luego, yo soy la desordenada.

—Debí dejarlo cuando pintaba los edificios anoche, se veían geniales. — Josselynn abrió las puertas de cristal que llevaban al balcón que teníamos en el estudio, era perfecta la vista para inspirarnos, vivíamos en un sexto piso.

—Te ves hermosa. — Le dije.

—John, acabo de levantarme pero gracias por tratar. — Tenía un pantalón corto blanco de pijama y una blusa color piel con mangas finas. — Lo dejaste justo en la barandilla John ¿Cómo no se ha caído?— Agarro el cuaderno, esa era la señal, corrí atrás de ella y le arrebate el cuaderno, me miro extrañada.

—Mira arriba. — Dudo un poco pero lo hizo, iba pasando un avión, estaba escribiendo algo en el cielo.

—¿Qué esta haciendo? — Preguntó. — ¿Qué dice? — El avión termino de escribir en el cielo, pasaron unos segundo antes de que se despejara y pudiéramos leer lo que habia escrito, aproveche para abrir el cuaderno y arrodillarme, Josselynn seguía mirando el cielo. — ¿Quiere...? ¡No veo bien! — Achico los ojos. — ¿Quieres casarte conmigo? —Entonces se volteó , al verme dio un pequeño salto pegando su espalda al barandal del balcón, leyó lo que decía el cuaderno "Todo comenzó con un avión ¿Porque no terminar un ciclo con uno y de paso abrir otro?"

Josselynn llevo ambas manos a su boca, sorprendida, saque el anillo de mi bolsillo esperando una respuesta, ella solo me miro, sonreía pero sus ojos estaban llenos de lagrimas, asintió y exclamo "¡Si! No debes preguntar" Y me abrazo, ni me dejo ponerle el anillo, se abalanzo sobre mi y la gire luego puse el anillo en su dedo "Sonríe" dije y señale el balcón de al lado donde ahora estaba alguien grabado.

—Eres lo mejor que me a pasado John. — Beso mi mejilla. — Tu y los aviones ¿Qué ha sido lo mejor que te a pasado a ti? — La mire, mucho, amándola con los ojos y ella amándome con los suyos, sabiendo que ella no fue mi primer amor pero si estoy seguro seria el ultimo, y sabiendo igual, que yo era su primer amor verdadero, sabiendo que el amor que nos teníamos era puro de secretos, y mentiras, era honesto, y sin problemas, era comunicativo, pacifico, hermoso, por eso ahí, con un anillo en su dedo, bajo el cielo azul y con la ciudad de testigo bajo de nosotros, respondí.

—¿Lo mejor que me ha pasado? —Asintió. — Lo mejor que me ha pasado a sido enviar Aviones Hacia Usted.

Nunca en mi vida he dicho algo tan cierto.

Aviones Hacía UstedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora