VÍSPERA A LA FIESTA

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[En el capítulo anterior]

Cuando entró se encontró con que todas excepto ella estaban dormidas.

Ella se encontraba en el mismo estado en el que estaba la última vez.
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Kazuto la tapó bien, le colocó los cascos con música, depositó un suave y confortante beso en la mejilla de Asada, algo que provocó un obvio sobrrojo en ambos y por último la tumbó en la cama, tumbándose él al lado y abrazándola fuerte, pegándola a él.

La chica se sentía protegida y cómoda, era como su paraíso.

Al siguiente dia, Asada despertó algo aturdida, de hecho, estaba entre los brazos de Kazuto.

A: *Oh no! Kazuto! Es cierto, ayer vino a "rescatarme"* -pensó la chica suspirando- *Q-que?! Que digo?! Si las chicas lo ven aquí van a sospechar! Debo sacarlo de aquí...*-Que haré contigo Kazuto?

La chica miró su reloj, tenia exactamente media hora para sacarlo de allí.

Le sabía mal despertarlo, así que lo agarró y lo entró a la habitación de los chicos, que por suerte, también seguían dormidos.

Lo dejó en su cama delicadamente y volvió a su habitación.

Una vez dentro, se tiró en su cama.

A: Gracias Kazuto... -suspiró la chica para luego sonrojarse.

Cuando salieron a desayunar, Emiko y  Hajime se veían felices. Iban cogidos de la mano.

Kazuto miraba fijamente a Asada, se preguntaba porque había despertado en su habitación.

A: K-kazuto... Esto... Gracias por lo de ayer...

K: Esta bien, en serio, no iba a dejarte sola, soy el único que lo sabe- dijo el chico guiñándole un ojo.

La chica contestó sacándole la lengua mientras la pareja los miraba desde lejos confundida.

E: Cuanto tiempo piensan estar así? Es obvio que se aman mutuamente.

H: Tienes razón, deberían hacer algo pronto.

Después de aquello lo que quedaba de viaje la pasaron juntos entre risas y sonrrojos hasta que llegó el día.

Las chicas estaban nerviosas en los cambiadores, los chicos se preparaban para conquistar.

Emiko ayudaba a Asada a prepararse, ya que ella ya iba vestida.

Llevaba un mono muy bonito, ya que tenia un estampado de flores del color verde de sus ojos y el fondo blanco. En cuanto al pelo, lo llevaba recojido en un moño, del cual caían dos mechones que se había dejado sueltos.

Asada llevaba un vestido azúl marino con la parte de la cintura ajustada por una cinta del mismo color y permitiendo así la ondulación de la falda. Y, ya que su pelo era corto, Emiko le estaba haciendo dos trenzas de espiga, y llevaría sus dos típicos mechones recojidos hacia atrás, dejando su cara libre de pelos molestos.

Se veía perfecta.

E: Ya terminé, que te parece? - dijo la rubia mientras la llevaba hasta el espejo.

La pelinegra se miraba en el espejo sonrojada.

A: Emiko...

E: Que ocurre?

A: N-no puedo hacerlo...

E: Q-que? Que dices?

A: Sólo mirame, voy a estar así delante de--

E: Kazuto? Si

Asada se sonrrojo.

A: P-pero es que...

E: No te preocupes, estas perfecta, en serio, seguro que le encantas.

Sólo mía. [Kirinon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora