| Capítulo 20|» Cuando la luz se va

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Frío... sentía mucho frío..

Lentamente abrí mis ojos para encontrarme con un panorama que se basaba en escombros de un edificio.
Sentía el inicio de un pinchazo en la pantorrilla izquierda, miré a ver que era y un hierro me había atravesado la pantorrilla. Mientras más pensaba en eso más me dolía.
Lentamente fui sacando el hierro de mi pantorrilla, el dolor era intenso, la sangre salía de mí pantorrilla izquierda a veces hasta con minúsculas burbujitas de sangre. Saqué finalmente el hierro y miré a mí alrededor, la nieve seguía cayendo

Midoriya

Su nombre resono por mí mente y lo fui a buscar. Me levanté y no podía mover la pierna izquierda mucho por el dolor de la pantorrilla así que iba cojeando.
No había rastros de él, busqué debajo de escombros y lo llamé, pero nada. Mí corazón latía rápidamente por el miedo, no podía perder a otra persona que quería, que amaba. No otra vez..

//Flash back//

- ¿A dónde se va mamá? —preguntó mí hermana

- A un lugar en el que no pueda lástima a Shouto —respondió mí padre viendo a mí madre irse

Yo los miraba desde lejos, toqué la venda en mí ojo izquierdo...
Papá ha hecho esto, no yo. Ella se va por su culpa. Papá, papá, padre, hombre feo, hombre horrible... —lágrimas se formaron en mí ojo derecho— lo odio, no quiero ser como él.. Por su culpa mamá se ha ido y mí ojo izquierdo esta lastimado

//flash forward//

Desde ese día me prometí no perder a nadie más que quisiera, pero ahora..
Ahora era un caso especial.

Squish sqeech

¿Qué es ése sonido?
Caminé hacía donde parecía venir el sonido y había una masa negra envolviendo algo, o alguien.
Fui lo más rápido que pude y congelé la masa, mientras se congelaba tomaba la forma de un chaleco

El chaleco del hombre negro

Y efectivamente, estaba envolviendo a alguien..

Midoriya Izuku estaba debajo de esa masa negra, con quemaduras, con golpes, con cortadas, e inconciente.
Solte un suspiro aliviado, él estaba bien, bueno, casi bien.
Lo moví un poco, tenía que ver si despertaba

- Midoriya —lo llamé

Lo moví un poco más. Toqué su cuello para ver si tenía signos vitales.

Escuché que alguien tomaba el chaleco, cuando me fijé para ver quien era, era el hombre de negro.

- Vaya, no me la esperaba —limpió el chaleco levemente y se lo puso

- Qué le sucede?! ¿¡Por qué está así?! —me levanté, pero unas cadenas aparecieron de la nada y me jalaron de regreso a el pavimento

- Te conviene quedarte en el suelo —sonrió

- ¿¡Quién eres?! —el dolor, el pánico y la furia

- Soy Z —se colocó unos guantes— por que soy lo último que vas a ver —sonrió de oreja a oreja y se acercó a Midoriya

Extendió ambos brazos hacía él y una luz dorada y con un poco de naranja salió de Midoriya y todo eso se iba a Z. Mientras más luz se iba, Midoriya se iba tornando pálido.

Sólo dejame en paz [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora