Flor Espinada.

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La victima número quince, fue Shiozaki Ibara. Una joven de cabellera verde manzana, y ojos esmeraldas.

Un 15 de Agosto, obtuvo el amor.

  🌙  


Contempló la lluvia que caía, empapando sus hermosas flores. Brindándole agua, para poder sobrevivir.

Sonrió, jugueteando con las cortinas. Escuchando el chaparrón que se estaba lanzando afuera, olfateando el rico olor a tierra mojada que inundaba el ambiente.

A su ventana, llegaban gotas. Mojando su cabellera y su angelical rostro. La brisa fría golpeaba su cara, refrescando su ser.

Cerró los ojos, agudizando sus sentidos. Manteniendo su paz, era consciente qué, la lluvia siempre traía malas noticias.

El viento rugió, la puerta fue entreabierta con fuerza. Suspiró cansada, levantándose a cerrarla. Más, una rosa roja apareció en su campo de visión.

Sus ojos se iluminaron con confusión, no entendía quién exactamente la había dejado allí.

Antes que pudiera tomarla, alguien se le adelantó. Sujetando con delicadeza, la flor y la mano de la mujer.

— Hola— saludó alegremente, el hombre frente a ella—, Shiozaki.

No cabía de su asombro, jamás imagino una visita de su parte. Intentando disimular su desconcierto, le respondió.

— Tetsutetsu— sonrió con suavidad.—, hola. ¿Qué te trae por aquí?

El chico de cabellera grisácea y ojos negros, devolvió el gesto. Era un reencuentro bastante extraño.

Shiozaki no tenía idea del por qué Tetsutetsu había aparecido en su casa, a hacerle una repentina visita.

Y Tetsutetsu no entendía el por qué se veía en obligación de avisarle a su ex-mejor amiga, la noticia. Sabiendo qué, ella se enojaría mucho con él.

Y no saldría ileso. Detrás de toda esa pureza de rostro, estaba un demonio con mucho carácter.

— ¿Puedo pasar?— se atrevió a preguntar, después de qué, los invadiera un incómodo silencio. Ibara avergonzada, se alejó de la puerta, entrando a su hogar. 

El chico la siguió, ambos se sentaron en la mesa. Las ventanas abiertas dejaban entrar un aire gélido, tratando de refrescar el ambiente.

— ¿Qué te trae por aquí, después de tantos años?— cuestionó Ibara, con un tono de molestia.

— Sé que debí visitarte antes, pero...— murmuró.

— ¿Pero?— se cruzó de brazos. El joven estaba nervioso, le temía al temperamento que poseía la mujer.

— Lo olvidé.

Suspiró, no podía estar molesta con él. Su mirada estaba llena de arrepentimiento, y ella no era una persona de rencores.

— Está bien— relajó su mirar.—, ¿viniste sólo para disculparte?

El joven negó, levantando su mirada orgulloso de la noticia que iba a anunciarle a su amiga. Ante su emoción, la chica lo observó confundida.

— ¡Tengo algo muy importante para contarte! — gritó. Dejó la rosa en la mesa, y alzó su mano en dirección a Ibara.—, estoy casado.

El anillo en el dedo del medio, la cegaba. Ese dedo que estaba unido directamente con el corazón, ahora estaba siendo encadenado con un accesorio.

August | Boku No Hero Academia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora