Me despedí de Zabdiel, creo que ahora lo conocía más, se fue del lado contrario al mío y ambos seguimos nuestro camino. No podía dormir pensando en el chico, eran las 3:00 am y no podía conciliar el sueño, solo podía pensar en nuestra charla.
| flash back |
Zabdiel: ¿Qué te hace pensar que soy un indigente?
_ _ _: Bueno, al parecer vienes cada noche aquí, ¿Acaso esta es tu banca y la estoy invadiendo? – Sonreí.
Zabdiel: Vengo aquí para pensar. – Guardo seriedad. – Tengo una situación que necesita poco que pensar, pero me gusta pensar en ¿cómo sería mi vida si esa situación no existiera?
_ _ _: Y ¿Se puede saber qué situación? – dije
Zabdiel: Es mejor que no preciosa. Háblame de ti.
_ _ _: Bueno, pues ¿Qué quieres saber de mí, Joel? – pregunte cruzando las piernas.
Zabdiel: Para empezar, ¿Quién es Joel? – enarco una ceja, me tomo unos segundos darme cuenta del estúpido error.
_ _ _: No sabes cómo lo siento, no es una persona de la que se pueda tener una buena charla.
Zabdiel: Realmente me interesa saber, ¿Quién es Joel? – volvió a preguntar.
_ _ _: Es mi ex, un buen chico, comprendo su situación, pero conmigo ayer se portó como un idiota.
Zabdiel: Bueno pues considérame tu amigo de confianza.
| Flash back |
De un momento a otro, me quede dormida, pensando en el chico de los ojos marrones.
De un momento a otro ya habían pasado 10 días desde que visito el parque todas las noches.
No les he contado que soy una de las chicas en la universidad de mejor calificación, junto con Joel, ambos somos chicos de calificación perfecta, y se preguntaran ¿Qué importa eso en la historia? Bueno, las complicaciones en esta vida comienzan desde ahí, mi celular vibro y casi cae de mis manos mientras salía de la ducha.
Al observar, era un correo de una universidad en Londres a la que Joel y yo habíamos pedido intercambio hace 3 meses, tal parece que nos habían aceptado, ¿Inconvenientes? Ya no estoy con Joel, y ahora que medio conozco a Zabdiel, no quiero dejar de verlo.
Quizá hoy le proponga un viaje todo pagado a Londres, conmigo.
Ir a esa universidad era un sueño vuelto realidad para mí.
Sé que hay cosas que aún no se de Zabdiel, pero el chico comenzaba a gustarme.
Prepare unos cuantos panecillos para esta noche, no entiendo ¿Por qué aun no lo había invitado a casa? En fin, faltaban 10 minutos para media noche, me abrigue perfectamente, tome la canasta de los panecillos y salí rumbo al parque.