● CAPÍTULO 07 ●

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| Narra Zabdiel de Jesús |

Por alguna razón, estaba feliz, una linda chica que me capturo desde el primer momento en que la vi, estaba fuera esperándome. No tarde ni 15 minutos cuando ya estaba despidiéndome de todos y caminando hacia la salida, al abrir las puertas ahí estaba ella, parada frente a mí, con un hermoso ceño fruncido. Al ver esa linda escena no pude evitar reír como un loco.

_ _ _: Estoy molesta contigo. – Dijo ella a lo lejos, desviando su mirada hacia el suelo.

Zabdiel: Bueno, yo estoy contento de verte.

_ _ _: ¿Te vas casar? – Dijo entrando en un tema incomodo, que decidí evitar. Caminé hasta mi auto, soné la alarma y abrí la puerta, entre en el e hice una seña a _ _ _ para que hiciera lo mismo. - ¿Esa era tu situación?

Zabdiel: Quiero llevarte a un lugar. – Dije colocándome el cinturón.

_ _ _: No vine aquí para dar un viaje.

Zabdiel: es un bono, tu bienvenida a la ciudad. – Sonreí, entonces encendí la radio y conduje.

Llegamos a una pequeña casa situada fuera de la ciudad, con vista a un hermoso lago.

Zabdiel: Este lugar, es lo único que me pertenece. – Baje del auto. – Aquí paso la mayor parte de mi tiempo.

| Narra _ _ _ Vera |

Al entrar a tan dichosa cabaña, encontré algo verdaderamente hermoso. En la pared frente a la puerta, había un enorme cuadro, era la imagen de aquel parque en el que nos conocimos, una banca con la silueta de un chico mirando a una chica.

Zabdiel: ¿Qué te dice esa imagen? – me abrazo desde atrás.

_ _ _: La historia de dos personas, tomando un late en medio de un parque a media noche, una chica que se enamoró de él, y el chico que la traiciono. – Derrame una lagrima, a lo que Zabdiel me dio la vuelta, y con su dedo pulgar seco aquella gota de agua salada. Acaricio mi mejilla, y roso levemente mis labios con los suyos. Eso me había estremecido más de lo que me hubiera gustado confesar.

Zabdiel: Pues yo veo a una chica, con el corazón roto que fue sanado por un chico, con un late. En medio de un parque a media noche. – sonrió, a lo que automáticamente sonreí de igual manera. – Un chico, con una situación, un chico enamorado de aquella chica de los panecillos.

Había quedado anonadada, aun recordaba todo eso.

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El chico de la banca de media noche || Zabdiel de Jesús ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora