04 La rabia

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Un hombre, Emiliano, me comentó que conocía a Laura de años. Me prometió decirme la verdad, darme todos los detalles, como se llamaba, donde vivía, con quiénes estaba, hasta el color de su ropa interior. Sentía que finalmente las cosas brillaban para mí, pero me detuve a pensar ¿Que tal si no le agrado? ¿Si no me quiere ver cómo Laura? Claro en ese momento no tenía idea de que aquel hombre no me deseaba, yo tenía la esperanza de que nací en secreto y el no lo sabía. Tal vez se sorprendería, si tenía familia no podía decirle tan pronto, quería conocerlo al menos. Emiliano me ofreció un trato a cambio de la información «Niño tu estas desperdiciando tu tiempo ahora mismo, todos tus fines de semana quiero que trabajes en mi casa limpiando y a cambio, despues de la primera semana, te diré todo» así de simple parecía y claro que con toda la inocencia del mundo y sin saber que tan difícil sería, acepté. Maldita sea que nadie te avise lo difícil que puede ser limpiar una casa, lo trabajoso que es lavar tanta ropa. Llegó el domingo por la tarde y tras haber estado trabajando viernes, sábado y dicho día, me dirigí hacia Emiliano, lo cual fue difícil ya que la casa era gigante, en comparación a el apartamentito, cualquier casa lo sería, pero aún así tener cinco habitaciones, dos baños, una sala de estar, un comedor gigante y una cosina agraciada de todos los electrodomésticos que un profesional necesitaría, eso es tener una casa grande. Tras recorrer media casa, finalmente lo encontré en su recámara. Me llamó para darme un sobre que parecía tener todo lo que deseaba, rápidamente corrí hacia el y tan rápido como un parpadeo ya estaba tirado en la cama, con un hombre de treinta haciéndome cosas de las cuales no conocía, por más que gritará, lo mordiera y lo aruñara, no pude huirle, por varias horas sentí sus grotescos besos, su toque tan duro y despiadado. Me habían despojado de todo, mis esperanzas, mi felicidad y mi inocencia. ¿Qué podría ser peor? Por primera vez supe que fue odiarse a sí mismo, por ser tan incrédulo, por ser tan inocente y por confiar en que el destino tal vez no sería tan despiadado al final.

The death of a tiny me -Joker- #GYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora