WHY NOT? - OtaYuri

Capitulo 11: Con su permiso

Yuri

Estas últimas semanas se convirtieron en algo preciado para mi, parte de mis recuerdos que pensé olvidados volvieron como la pieza faltante de un rompecabezas, jamás imaginé que terminaría enamorándome de mi mejor amigo, aunque, puede que esto solo sea el principio de algo en lo que no estoy preparado todavía... Cielos, siento que debería pensar más en mí mismo, la última vez, casi pierdo la cabeza confundiendo a la hermana de Otabek por una amante, debo tomar las cosas en serio y dejar de ser tan infantil.

* * *

–Disculpe, ¿es Yuri Plisetsky?, la señorita Fujimoto lo espera en el salón–mencionó la chica inclinándose mientras me mostraba el pasillo.
–Gracias–dije inclinándome igualmente.

Caminé hasta el salón y vi la puerta medio abierta, no sabía si era de mala educación, pero, empujé un poco la puerta hasta ir mirando quien se encontraba detrás, entonces, descubrí a una hermosa bailarina realizando un perfecto arabesque, este movimiento es uno básico, pero, sigue siendo elegante.

—¿Yuri Plisetsky?–mencionó la bailarina.

¿Cómo supo que era yo, sin verme?
—Si—respondí nervioso.
–Mi nombre es Manami Fujimoto, para ti seré la señorita Fujimoto o maestra Fujimoto, Kaori me habló de ti, eres un bailarín profesional, me gustaría saber si es cierto, considerando que eres ruso, no debería tener dudas sobre eso, dígame joven Plisetsky, ¿ha practicado un poco desde su llegada a Japón?...
De pronto, me sentí extrañamente interrogado.
—Desde que llegué, no... digo, si, un poco—respondí avergonzado mientras trataba de evitar el contacto visual.
–Me gustaría ver una demostración–pidió de inmediato.
–¿Ahora?–pregunté.
–Si, ahora...
Dejé la mochila en el suelo, me acerqué a la barra del salón y me preparé un poco.
—Bien, veo que no ha entrenado el cuerpo últimamente, pero, quiero que haga una entrada de brazos, al menos para ver—sugirió la bailarina.
–Iré según lo que me pida–mencioné confiado.
–En ese caso, première, bien, ahora deuxième, troisième, quatrième, y cinquième—ella debe pensar que soy bueno. —Bien, ahora los pies... primera posición, segunda posición, tercera, cuarta, quinta... por favor mantente en la quinta posición un momento...

Manami

Sus tobillos no tiemblan y tampoco está cansado, además, su cuerpo, la fuerza de sus piernas, sus brazos tan largos y delgados, mm, así que, es cierto que es un bailarín profesional.

—Bien hecho, empezarás en la academia a partir de mañana temprano–sugerí mientras me iba.
–Espere, ¿eso fue todo?–preguntó el chico ruso.
—Si, he visto suficiente, aunque me hubiera gustado que danzaras, pero lo que llevas puesto no ayudaría para nada–solté una risita. El chico me mira confundido.
—¿Lo que llevo puesto?–el pequeño se sonroja.

Yuri

Debí traer un leotardo, venir en jeans y chaqueta no fue buena idea después de todo...

–Disculpe, ¿hay algo que deba saber antes de entrar a la academia?–le interrumpí antes de que se fuera.
—Mm, japonés–respondió mientras reía.
—¿Gracias?
Me pregunto si debería defenderme. He estado practicando toda esta semana con Otabek, ¿es mi acento?, ¿es eso?, vieja insolente.

* * *

Tomé la mochila del suelo y la volví a colocar en mi hombro, mientras iba saliendo del salón, fui revisando los mensajes de texto que estaban llegando después de haber encendido el teléfono, unos eran de mi abuelo, pero no vi ninguno de Beka. ¿Debería enviarle un mensaje?, ayer le envié uno, pero, solo me respondió con un pulgar arriba, si le digo que me aceptaron en la academia, seguro responde lo mismo, pero con un corazón o algo así, qué molesto...