Al día siguiente, Kris se encontraba en su habitación dibujando, Kai subió y toca a la puerta.
- ¿Quién? - dijo Kris mientras dibujaba.
- Soy Kai. - dijo.
- Vete de aquí. - dijo Kris molesta.
Kai no hizo caso y entró a la habitación.
- Te traje esto. - le mostró un tazón con fresas y chocolate.
- No quiero, puedes irte. - seguía dibujando.
Kai dejo el tazón en el buró y se sentó junto a ella mientras miraba lo que dibujaba.
- ¿Te gustan los lobos? -
- Sí, ¿y? -
- Son animales bestias peligrosas y además con un olor horrible, sin mencionar que tiran pelo por todos lados, prefiero los conejos. - dijo Kai en un tono divertido.
- A mí me gustan. -
- Ya entiendo, ¿y has visto uno? - la miro.
- No, pero mi madre tiene un diario que habla de muchas criaturas. - dijo Kris.
- ¿Qué clase de criaturas? - dijo curioso.
- Lobos, vampiros, brujas, sirenas, demonios y tanta más, no he leído mucho. -
- ¿y tú crees que eso es real? -
- Todo es posible, ¿has tenido alguna experiencia sobrenatural? -
- Es probable, ven vamos te mostraré algo. -
Dijo Kai levantándose y acercándose a la puerta.
- ¿Qué cosa? - dijo Kris curiosa
- Ven, estoy seguro que te gustará. -
Kris terminó accediendo y salieron de casa caminando hacia el bosque.
- ¿Qué hacemos aquí? - dijo Kris curiosa.
- Espera, no seas impaciente. -
Continuaron caminando hasta subir a una montaña.
- Bien, aquí es. - dijo Kai.
- ¿Qué se supone hay aquí? - dijo Kris.
- Acercate a la orilla, con cuidado y no hagas ruido. -
Kris hizo caso, al acercarse noto la presencia de un gran animal, de inmediato se apartó.
- E- eso ¿es un lobo? - dijo Kris aún sorprendida.
- Sí, esa bestia peluda y apestosa es un lobo. - dijo Kai burlón.
- Quiero tocarlo. - dijo Kris acercándose a la orilla.
Antes de que pudiera hacer algo más, Kai la tomo de los hombros atrayendola hacia él.
- ¿Estás loca? no puedes hacer eso, Kristen. - dijo Kai alzando la voz.
Kristen frunceo el ceño y apartó sus manos.
- No me toques, no tienes derecho y tampoco a levantarme la voz. -
- Lo siento Kris, pero entiende eres demasiado curiosa y no puedo permitir que nada te pase, no me lo perdonaría. -
- Entonces no me hubieras traído. - dijo Kris molesta y alejándose.
- Kristen ven aquí. -
- No, lárgate. - empezó a correr.
- ¡Kristen! no estoy para juegos. -
Kai a velocidad vampirica se puso frente a ella, Kris quedó sorprendido al verlo y retrocedió.
- ¿Qué fue eso? -
- Se le llama ser rápido, vámonos ya. -
Kai la cargo y llegó a casa con su velocidad vampirica.