Cinco días.
Cinco días en los que el rubio no había tenido noticia de aquel ramo de lirios en su puerta, y estaba mas que ansioso por descubrir el rostro detrás de la mascara.
Aburrido, paso su pie detrás del otro aun apoyado en la enorme mesa blanca, con su palma en la barbilla. El sueño estaba llegando. Era sábado y apenas clientes entraban por el lugar para ver, preguntar y salir. Pocos habían comprado, pero, sin duda era un día solitario.
Se alejo de la mesa y camino hacia la variedad de lirios en el piso. Cruzo los pies para sentarse como mariposa, acariciando cada pétalo de estos.
Paso un buen rato así, aun cuando los clientes entraron no se paro si no compraban.
Suspiro, levantándose y llevándose el susto del día. Puso su mano en su pecho, sintiendo el calor en su rostro y el palpitar de su amigo corazón.
-Disculpa, ¿Tienes rosas blancas?.- Un sonriente Jungkook estaba en frente de el con las manos en los pantalones. Su porte imponente hizo trastabillar un poco al rubio, aunque después sonrió y abrazo a su amigo.
-¿No puedes llegar como alguien normal sin asustarme?.
-No.-Sonrió divertido al ver el tierno puchero de su amigo.-Es divertido ver tu cara asustada.
-Torpe.- Le dio un puñetazo en el hombro de lo mas débil y rió para caminar hacia la mesa de las rosas. Aquellas eran sus favoritas, así que estaban relucientes, como recién cortadas. Los pétalos mantenían aun pequeñas gotas de agua cristalina que reflejaba el mas bonito blanco que el castaño pudiese ver.-Tengo estas, no se si te sirvan.
-Son lo que buscaba. ¿Cuanto cuestan?.
-Pues...- Hizo una pose pensativa, haciendo reír a su amigo.-Por ser tu unos sesenta y tres mil wons.-Sonrió al ver la expresión sorprendida de su amigo.
-¡¿Sesenta y tres?! ¿No es mucho para tu amigo?
-Mmmm nop. Normalmente vendo el ramo a cincuenta mil.
Jungkook no pudo dejar su expresión a un lado y saco su cartera, al sacar el dinero, el rubio cayo carcajeándose, lo que fue extraño para el castaño.
-¿De que te ríes?
-Debiste ver tu cara.- Toma de las manos el dinero de Jungkook y lo guarda en el bolsillo del mismo, haciendo una sonrisa muy linda, y recibiendo la cara dudosa de su amigo con un rubor en sus mejillas.-Para ti son un regalo, Kook.
Jungkook no podía creer la pequeña broma, pero, no se quejaba. Estaba cayendo en ceros y eso en verdad le había ayudado.
-Y...
-¿Y? ¿Y que?
-¿Para quien son? Dijiste que no le llevarías mas a tu padre.-Dijo un curioso rubio, con el pequeño brillo en sus ojos. El sabia que su amigo no era homosexual, por lo que había dejado sus sentimientos a un lado después de confesárselo indirectamente y que su amigo le hubiese respondido con un chisme sobre cortejo con mujeres.
-Para mi, quiero decorar mi cuarto.
Jungkook sabia de las emociones que había provocado en su tiempo con el pequeño rubio, por eso le era imposible decirle que empezaba una relación con un chico que no fuese el lindo en frente suyo. Una sonrisa tímida por ambos y la hora de despedirse llego. Jungkook salio del local disfrutando el aroma de unas rosas blancas y camino sin arrepentirse de elegir a su pequeño de ojos lunares.
El silencio reino hasta que la campanilla volvió a sonar, indicándole al rubio los nuevos clientes, entre ellos niños. Estuvo atendiendo mucho hasta que la noche llego y tuvo que cerrar. El letrero de la puerta estaba siendo volteado cuando una cabellera plateada se poso frente a la puerta. Sus ojos felinos analizaron la anatomía del menor, quien se sentía mas que avergonzado, pero tenia que ser cortes ante su amorío.
-Disculpe... Estaba por cerrar.-Dijo algo tímido, cayendo en los ojos negros del contrario, cuyo semblante serio no cambiaba. La forma elegante y moderna en la que se presentaba era algo delirante para el rubio. Se sentía atrapado con la fragancia masculina que emanaba, y con aquella postura firme dictando su masculinidad. Definitivamente el rubio creía que era demasiado heterosexual.
-Solo sera un momento.-Puntualizo el pálido, adentrándose al lugar después de que el rubio le diera permiso con un asentimiento de cabeza.-Necesito algunas rosas blancas con claveles rosa, ¿tienes?
-Si, en un momento se lo traigo.
El nerviosismo del pequeño era evidente, y el pálido lo notaba. La oscuridad hacia mas linda la atmósfera en ambos, y a pesar de la poca tensión por parte del rubio, ambos lo sentían cálido. Grillos en las afueras del local cantaban junto al envolver de las flores, con aquel delicado toque que solo el podía darles. Camino hacia su cliente, quien le observaba cada movimiento. Su sonrisa no podía ocultarse, pero tampoco podía mostrarla a los cuatro vientos, por lo que al acercarse mantuvo su tranquilidad a flote.
-¿Cuanto va a ser?
-Setenta y tres mil, si no le parece mucho.
-Si, pero es un precio justo a tan bonitas flores.
Se quedo sin habla, tomando firme las flores, como si no quisiera despegarse de ellas. El mayor le extendió el dinero y el lo tomo, dándole las flores con su otra mano y rozando sin querer aquellos largo y finos dedos. El calor se hizo mas presente en sus mejillas y agradecido por estar a oscuras.
-En verdad son muy lindas.-Dijo y fijo su vista en el pequeño, que movía sus manos nervioso en su espalda.- Muchas gracias .-Sonrió y se volteo a la puerta, y antes de salir, volteo a verlo.-Creo que vendré mas seguido, pequeño.-Y sin mas se fue, dejando a un rubio hiperventilando, tratando de calmarse y con el corazon latiendo a mas no poder.
Esa noche, el rubio soñó con unas manos muy finas y una voz gruesa llamándole pequeño en un campo de rosas blancas y claveles rosas.
Esa noche despertó con el rostro mas rojo que jamas tuvo.
Dalia es el compromiso, cariño, dignidad y elegancia. Elegí elegancia y cariño por claras razones.
Espero les haya gustado y perdón por las faltas ortográficas o repetición de palabras♡
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Amor De Rosas [YT]
Fanfic"Tu sonrisa es una flor llena de vida, y es lo que me enamoro de ti, Taehyung." »Actualizaciones sin fecha fija. »Taegi/YoonTae. »Historia original. •No acepto copias o adaptaciones de ningún tipo. 16082017 ©