≈•Andrew•≈
Como siempre mi estupidez me jugó en contra, como podía ser tan inútil y no haber planeado antes una manera para pedirle que fuese mi novio.
No es tan malo verdad?... Quiero decir, si el dice estar enamorado de mi... Me aceptará, no?.Llevaba dos horas despierto admirando el cuerpo delgado, piel morena, cabellos cafés, y ojos cerrados y descansados. Todo esto que a mi vista, y a la de muchos mas, era hermoso, inocente y casi puro.
–B-Buenos días...– Max me saludo con una pequeña sonrisa regalona en aquel rostro pintoresco que tanto amaba. Le devolví la sonrisa sincera y tierna y el acomodo mejor su cuerpo sobre mi pecho.
–Buenos días...– dije en un tono dulce y sereno, sentí como su cuerpo se relajaba y parecía mas liviano sobre mi.
–Porque n-no fuiste a trabajar?– Dijo mientras se incorporaba sobre mi cuerpo de modo que su pecho se posaba sobre el mio.
Sus ojos curiosos me sacaron una sonrisa y mientras su vista se desviaba de mis ojos a mis labios yo los humedecía pasando mi lengua por ellos, su rostro se tiño de un suave color rosa, lo que me hizo sonreír nuevamente enternecido por su acción.–Pues... Últimamente no te he prestado mucha atención... Extrañaba estar a tu lado, princesa– acaricie la suave piel morena de su mejilla y ambas de estas se tiñeron de un fuerte color rojo, desesperadamente Max trataba de ocultar sus coloradas mejillas en mi pecho tomando las sabanas y tapando su rostro con ellas.
No pude evitarlo y una carcajada se escapo de mis labios.–Tambien te extrañaba Andrew– le oí decir a duras penas en un susurro a lo que Sonreí embobado por aquellas dulces palabras.
–Disculpa no oí... Acaso dijiste algo?– una sonrisa socarrona se dibujo en mi rostro, como amaba sentir temblar el cuerpo de este chico.
–N-nada– Dijo mientras yo descubría lentamente su cabeza quitando las sabanas de esta.
–Vamos solo una vez mas– dije Mientras sus mejillas se tenían violentamente de un color rojo que me cautivaba grandemente.
–Extrañaba... P-pasar tiempo a tu... A tu lado– tome sus mejillas sonrosadas entre mis manos dispuesto a besarlo, pero sin previo aviso el rodeo mi cuello y se acercó a mis labios antes de que yo pudiera gesticular una acción cualquiera. Sus labios se posaron en los mios, yo colé una de mis manos atrás de su cabeza y enrede mis dedos en cada hebra delicada de su cabello mientras que con mi mano libre fue de llegada a su cadera. Con un lamentón en su labio inferior su boquita se entre-abrió para dar paso a mi lengua la cual cada vez pedía mas de aquel chico que me hacía perder la cordura. Adentre mi lengua para guiar el beso, su lengua inexperta trataba de seguirme el paso, cosa que me hacia sonreír entre aquel candente beso. Comencé a acariciar su caderas mientras bajaba mi lengua a su cuello, un suspiro claro salio de sus labios cuando comencé a lamer su cuello y a tirar de la piel dejando marcas que luego tal ves se pondrían moradas.
–A-Andrew...– Max gimió cuando una de mis manos se coló a su trasero masajendo uno de sus glúteos por debajo del bóxer. Bajé mi otra mano para poder juegar con ambos glúteos, sus jadeos se volvieron presentes cuando presione sus caderas hacia abajo aminorando el contacto entre nuestras intimidades. Al guiar mis ojos a su rostro, note como sus mejillas sonrosadas le hacían ver mas sumiso, sus ojos estaban llenos de cierto brillo con deseo y su respiración estaba algo agitada.
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$ubasta (CORRIGIENDO)
Romansa-Siempre me he considerado el objetivo de mira de las desgracias. Honestamente, hasta cierto punto llegué a tomarlas como algo normal en mi vida. Cuando creí que no podía ponerse peor, todo dió un salto tornándose brusco y confuso. -Te presentaré a...