Capítulo 52: "Por Tú Culpa."

247 14 2
                                    

Estacioné mí moto en él estacionamiento del instituto y puse él cascó en él asiento. Caminé de mala gana por él pasillo hasta llegar a mí casillero, pude notar un par de murmuros y de miradas puestas en mí. Decidí no darle importancia y seguí mí camino hasta él casillero. Tomé los libros de mis próximas clases y lo cerré de un portazo. Retomé mí camino tranquilamente, hasta qué sentí qué me habían empujado el hombro fuertemente ocasionando qué la mayor parte de mí cuerpo sé volteara al lado contrario.
Mis cosas cayeron por lo menos un metro más lejos de dónde me encontraba, fruncí él ceño. Miré rápidamente a la persona qué lo había causado, ni siquiera se había molestado en detenerse a ver sí estaba bien o si quiera a pedirme una disculpa.

- ¡Hey tú! -Grité más qué furiosa.-

Sé detuvo en secó al escucharme, en cuánto sé dio medía vuelta y comenzó a caminar hasta mí con pasó rápido me quedé congelada.
Sé quedó parado frente a mí viéndome fijamente a los ojos, por la diferencia de estatura me vi obligada a levantar un poco más la vista. Por primera ves, después de semanas sin dar señal de vida ahora lo tenia frente a mí. Me miraba con odió y con desprecio mientras yo trataba de articular una palabra.

- Qué quieres.

- Fíjate por dónde caminas pedazo de mierda.

Las palabras salían de mí boca sin antes procesarlas. Me estaba dejando llevar por él coraje.
Comenzó a reír a carcajadas a lo cuál lo miré con una mueca de desprecio en mis labios.

- ¿Qué ya no me vas a decir mi amor?

- Veté a la mierda, Lawrence.

- Eso no me decías antes.

- ¡Pero si Hola! -Solté una carcajada.- Aún recuerdo cuándo me pediste qué no me alejará de tú lado y me rogabas. O cuándo no te gustaba qué alguien más estuviera conmigo.

- Soy un gran actriz -Sonrió.- ¿No creés?

Fruncí los labios mientras trataba de tranquilizarme. No quería soltar palabras de más.

- ¿Sabés algo? -Arrugue la nariz.- Eres un cobarde. Ni siquiera sé por qué estoy perdiendo mí tiempo contigo.

Di media vuelta para recoger mis cuadernos, pero antes de qué pudiera hacerlo me tomó de la muñeca y me jaló bruscamente causando qué volviera a voltearme.
Levanté mí mano formando un puño y lo golpeé con todas mis fuerzas haciendo qué retrocediera un par de metros.

- No te atrevas... A tocarme. -Lo amenacé con mí dedo índice.-

- Al parecer no aprendes, verdad Blanca Nieves.

Comenzó a acercarse de nuevo hasta mí.

- ¿Vas a golpearme de nuevo? -Reí.-

- No es una mala idea.

- Intentalo.

Sus manos sé hicieron puños y rápidamente dio un golpe cerca de mí nariz, logré esquivarlo pero de igual manera lo recibió mi mejilla.

- ¡Eres un maldito poco hombre!

Me aventé arriba suyo de forma qué yo quedará sentada en su abdomen con mis piernas al rededor de él. Sin pensarlo dos veces comencé a golpearlo en él rostro, por desgracia sólo logré darle un par de puñetazos antes de qué tomara mis muñecas impidiendo qué siguiera golpeándolo.

- ¡Cómo te atreves a golpear a una mujer!

Nuestros rostros estaban a menos de un metro de distancia. Su nariz estaba sangrando al igual qué su labio, su mejilla estaba comenzando a tomar un ligero color morado. Podía ver su mirada de asombró y de odio.
Mis ojos comenzaron a arder, las lágrimas amenazaban con salir botadas sin parar de mis ojos. No podía soportar qué sé tomará las cosas tan a la ligera.

- Tú lo hiciste primero.

- No sabés cuánto te odió. -Susurré.-

Sentí su cuerpo tensarse bajó el mío. Por un momento miró hacía él techó del instituto, apretó aún más su agarre en mis muñecas. Cuándo menos me lo esperé, me empujó sin importarle lo qué me pudiera pasar. Se levantó y comenzó a caminar entré los estudiantes qué estaban al rededor de dónde estábamos, disfrutando de la escena.

Estábamos tan metidos en nuestro asunto qué ni siquiera me había dado cuenta de en qué momento sé había juntado tanta gente al rededor nuestro.

Tomé mis cosas y rápidamente me dirigí hasta los baños. Me aseguré dé qué no hubiera nadie dentro y cerré la puerta con seguro. Me acerqué hasta él espejo y me miré fijamente, sin poder oponerme las lágrimas salieron solas. Miré mí mejilla y pude notar qué se estaba formando un moretón en ella. Abrí la llave del lavamanos y me lavé la cara con agua fría.

Respiré profundo un par de veces y me esperé un poco para poder tranquilizarme.
Tenía qué acostumbrarme a verlo  caminar por los pasillos o a tenerlo qué soportar entré clase y clase. Dé lo contrarió nunca iba a poder superarlo.

Vamos Alex...
Has superado a un par de idiotas antes. Puedes hacerlo ahora...

Sólo tenía qué volver a ser la misma Alex qué llegó al instituto, sólo así iba a poder salir de esto.

Salí del baño una ves qué ya estaba tranquila, retomé mí caminó por él pasillo.

- Alex Collins y Aaron Lawrence, en la oficina del director. -Sé escuchó en los alta voces.- Ahora.

Hice una mueca al escuchar nuestros nombres juntos. Después rodé los ojos.
Las miradas de todos los estudiantes rápidamente sé dirigieron hasta mí.
Sólo los ignoré a todos y comencé a caminar hasta la oficina del señor Smith.

Genial Alex.
día no puede estar mejor.

•Evitando El Amor•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora