Capítulo 53: "Peligro."

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Alcé mí mano derecha y di tres ligeros golpes a la gran puerta de madera qué estaba frente a mí.

- Adelante. -Sé escuchó desdé adentro.-

Abrí la puerta de mala gana. Caminé hasta la silla qué sé encontraba frente al escritorio del director Smith, me senté sin decir ni una sola palabra.

- Joven Lawrence -Habló el viejo.- Tomé asiento a un lado de su compañera.

Me tense al escuchar las indicaciones del director. Lo miré con los ojos bien abiertos, a lo cuál él me advirtió con la mirada qué me comportara.
Me dejé caer sobré la silla de mala gana. Aaron pasó por mí lado e hizo lo mismo que yo, ninguno de los dos habíamos dicho una sola palabra desdé qué estábamos ahí.
Realmente era incomodo.

- Ahora. -Suspiró con cansancio.- Quiero saber él motivó de su comportamiento éstos últimos días.

- Disculpé. -Habló Aaron.- Pero la "señorita" Collins tuvo la culpa de todo. -Hizo comillas con sus dedos.-

- ¿¡Qué yo tuve la culpa de todo!? -Me volteé completamente hasta él.- ¡Tú fuiste él qué me empujó sin razón!

- Señorita Collins, por favor tranquilicese.

Me recargue completamente en él respaldó de la silla, cerré los ojos mientras masajeaba mis sienés con irritación.

- Varios de los estudiantes confirmaron qué usted joven Lawrence fue quién comenzó todo éste lío.

- Dé cualquier manera. Ella me provoco.

- ¿Estás idiota o te haces? -Fruncí el ceño.- Sólo me dirigía a mis clases.

Me miró con una ceja elevada.
Él sabía qué yo tenía razón.

- Tal ves...

- Dejate de chorradas y admite qué te encanta joderme la vida.

- Está bien... -Sonrió de lado y sé acercó a mí rostro.- Me encanta hacerte la vida de cuadritos.

- Lawrence. -Interrumpió él director.- Cualquiera qué haya sido él motivó, no tiene derecho de golpear a una dama.

- ¿Y ella sí puede romperme la nariz las veces qué quiera? -Carcajeó.-

- Claro qué no. -Comenzó a masajearse las sienés.- No permitiré éste tipo de comportamientos en mí instituto.

- ¿Me va a expulsar? -Sé burló.-

- Señorita Collins. -Lo miré con una ceja elevada.- No es la primera ves qué golpea a uno de sus compañeros.

- Disculpé, pero ellos sé lo buscan.

- No es dignó de una dama golpear a los demás. Y menos tratándose de chicos.

- ¿Dama yo? -Solté una carcajada.- puedo ser todo menos eso.

- Eres marimacho. -Volvió a interrumpir.-

- ¿Quieres callarte? -Lo amenacé con mí dedo índice.- Tal parecé qué con ésos golpes que te di no te bastó.

- Alexandra, cinco días de suspensión y vayase a la enfermería. -Golpeó el escritorio con sus puños provocando que me sobresaltara.- Ahora.

Rodé los ojos y me levanté lentamente.

- Lawrence, usted y yo tenemos muchas cosas de qué hablar.

Sonreí al imaginarme toda la clase de castigos qué podían darle. Sé merecía hasta qué sé fuera de la ciudad.
Así no tendría qué romper su nariz cada qué crucemos miradas, incluso el hecho de que respiremos el mismo aire me enferma.

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