III

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Unas semanas después y algunas llamadas al celular de Tyler, Josh y él se reunían y tenían sexo casual y desenfrenado. Le había tomado algunos días y mucha fuerza de voluntad a Josh, decía que jamás lo llamaría o haría algo con ese número, realmente imaginó que Tyler llamaría primero... En fin, terminó llamando un día cerca de la medianoche y minutos después Tyler estaba en su cama.

Experimentó un poco de culpa al principio, luego, las llamadas y mensajes insinuantes de Tyler se hicieron diarios y Josh dejó de fingir que no le gustaba recibir las fotos que Tyler enviaba... Esa clase de fotos. Ya ni siquiera podía masturbarse sin que Tyler apareciera en su cabeza.

Estaba malditamente bien, empezaron a verse bastante seguido. Josh debió hacer eso desde el principio, pensó, era fantástico y Tyler no lo acosaba en el trabajo, sólo bastaban unas llamadas o mensajes para tener lo que quería. Y amaba recibir esas jodidas fotos. Todos ganaban.

(—¿Quieres cenar? —dijo Josh, habían tenido sexo hace unos minutos y ambos estaban entre las sábanas fumando el mismo cigarrillo.

—¿Me estás invitando a cenar? —Tyler rió con una ceja alzada, se acurrucaba al cuerpo desnudo de Josh y besaba su cuello o decía algunas cosas en su oído, muchas veces lograba que tuviera otra erección.

—Te estoy invitando a que saques tu culo de mi cama y me hagas de cenar... Y en el caso de que no sepas cocinar, te estoy invitando a que saques tu culo de mi cama y te vayas de mi casa —bromeó inhalando humo.

Tyler rió sonoramente, quitó el cigarrillo de la mano de Josh y fumó él.

—No puedo creer que me guste tanto esa parte de ti que me trata como una mierda —soltó el humo.)

Ese plan era perfecto para Josh, aunque no podía evitar sentirse, a veces, un poco corrupto o, moralmente, una mierda. Y Tyler sólo quería sexo, ¿no? No tenía nada de malo dárselo... Trataba de convencerse de eso.

Aún no se atrevía a llevar al castaño a un hotel, todavía era menor de edad... Así que la casa de Josh era su punto de encuentro, a veces Tyler veía las fotos de Josh o miraba su televisión, solía quedarse hasta altas horas de la noche en su casa y Josh solamente podía fruncir el ceño y decirle, sarcásticamente, si pasaría la noche ahí, él respondía que, a menos que dijera lo contrario, sí, pasaría la noche ahí. Josh rodaba los ojos y le decía que sus padres se preocuparían y llamarían a la policía, que era él.

Josh patrullaba por la zona con mucha calma, tenía su uniforme de policía planchado, unos lentes de sol y un cigarrillo en su mano. Hacía unos días que no se veía con Tyler, sólo había recibido algunos mensajes de su parte. Estaba aburrido, casi nunca tenía la oportunidad de hacer algo entretenido en el trabajo.

Tyler caminaba por la calle con sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta, también estaba aburrido y, ciertamente, un poco fastidiado. Se cruzó con la patrulla de Josh sin querer, no se dio cuenta hasta que escuchó la sirena del auto.

Tyler estaba ahí, caminando tranquilamente por la acera con una expresión neutra en su rostro, Josh lo vio y una sonrisa divertida se vio en sus labios. Encendió la sirena para llamar se atención y se orilló a su lado. Pudo escuchar el pequeño "¿Josh?" que salió de sus labios.

El mayor bajó del auto aún sonriendo divertido y caminó hacia Tyler.

—Lo siento, señor, tendré que arrestarlo, esa camisa es robada —bromeó y se quitó los lentes.

Tyler seguía teniendo la camisa de Josh, nunca se la había devuelto, se seguía viendo jodidamente sexy con ella, además de que le quedaba ligeramente grande así que era fácil quitársela. Siempre iba con sus jeans ajustados y su sonrisa ladeada.

RIOT VAN ; joshler TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora