Humagnus II - Los Destinados

Capítulo V

La misión sonaba simple cuando Nina se la contó al grupo. Debían dividirse para obtener más reclutas para la Liga de Salvación. Al lograrlo, tanto Nina como Salomé podrían dar su completa atención al plan de rescatar a Ann.

Sacha pensó que podría hacer parte del trabajo solo, pero Nina insistió que fuera con Michael, ya que debían reclutar dos Humagnus que vivían en la misma ciudad. Ahora, tanto Sacha como Michael caminan en las calles llenas de turistas de Nueva Orleans.

Curiosamente, el calor no está siendo un fastidio para Sacha. Nueva Orleans se caracteriza por poseer un buen clima, pero Sacha quiere pasar desapercibido, por lo que no desea que su rostro se ilumine con la luz solar.

Por su lado, Michael camina con total calma en medio de las personas. Sacha frunce el ceño cada vez que Michael le guiña el ojo a una chica. Ella se ríen, se ruborizan, parpadean demasiado rápido... siempre es la misma situación. Su padre es un hombre más serio, pero de joven era muy parecido a Michael. Extrañaba a su madre, ella le llamaba la atención a Michael por buscar llamar la atención.

Su don de rastreo es útil si se tiene algo que rastrear. Salomé sólo les proporcionó nombres y direcciones. Ellos podían tener una idea de las personas que buscaban, pero Sacha desearía tener alguna pertenencia de ellos para rastrearlos.

Su primer objetivo es un muchacho de dieciocho años. Un tal Bastian Derrickson, hijo de un don nadie. Para encontrarlo debían ubicar un hotel en el barrio francés de la ciudad, el Holiday Inn que se ubica en la calle Dauphine 301.

Según la información recolectada por Salomé, Bastian Derrickson posee el don de volver explosivo cualquier cosa que toque. Con un solo poder puede hallarse como un peligro inminente para la sociedad. Es por eso que la idea de ubicarlo en un hotel parezca extraña y poco verosímil.

El hotel es uno muy concurrido en Nuevo Orleans. No es de lo más lujosos, pero tampoco es que sea económico. Al ingresar, un joven les brinda la bienvenida. Michael es gentil es hacer un gesto en respuesta. Sacha simplemente lo ignora.

Al ingresar, Sacha nota la mirada curiosa de una chica, debe ser una turista. Lleva lentes de sol color morado oscuro y tiene un cerquillo que tapa su frente. Su cabello tiene una tonalidad entre el castaño y negro, con ondas suaves desde su hombro hasta su cintura. Posee un vestido floreado con fondo verde oscuro. Ver los estampados de flores le hace pensar en Violeta... en la ayudante del Cazador.

La sangre de Sacha hierve mientras Michael va a la recepción. Un hombre de unos cuarenta años los recibe. Michael sonríe gentilmente para captar su atención.

―Buenos días, buscamos una habitación doble.

―Tenemos disponibles habitaciones a su gusto –le informa el hombre, quien deja ver su placa de identificación que está enganchada en el lado izquierdo de su pecho.

R. Derrickson

Tanto Michael como Sacha notan ese nombre y lo relacionan con la persona a quien buscan. Ambos esperan que el hombre los registre con sus identificaciones falsas, cortesía de Nina. Se les brinda una llave para su habitación y se van. Sacha no vuelve a ver a la extraña chica que los observaba, no le preocupa porque ahora detesta estar rodeado de tantas personas.

Ir a su habitación no es lo que harán ninguno de los Alyward. Según el registro de los policías, Bastian Derrickson está encerrado en el sótano dos de este hotel, en una habitación acondicionada para retener sus poderes. Ambos hermanos no saben a lo que se enfrentarán para llegar hasta ese Humagnus.

Intentar descender hasta ese nivel es el primer reto. Los ascensores comunes no llevan a los sótanos. Encuentran una escalera usada en casos de emergencia que posee un portón que evita que puedan bajar hacia el sótano. Michael usa su fuerza, pero le es imposible romper la puerta.