Humagnus II - Los Destinados

Capítulo VIII

Conociéndose desde niños, Wes sabe perfectamente que Nina le gusta tener algunas cosas bien planificadas. Para Nina siempre fue las 08:27 de la mañana la mejor hora para hablar con las personas. Recuerda que cuando los Alyward, Hanks y Herrik vivían juntos, Nina no hablaba en voz alta hasta esa hora. Ahora que es una Humagnus, usa esa hora para comunicarse telepáticamente con alguien.

Se sienta en medio de la cafetería del hotel en el que se hospeda junto a Daniel. Las personas lo miran de manera extraña por su atuendo. Sin embargo, Wes ha tenido tantos años de práctica para aprender a soportar llamar la atención.

"Eres puntual, Wes. Es por eso que eres el más agradable de los Alyward".

Él sonríe al oír la voz de Nina en su cabeza. Todo a su alrededor se vuelve más lento, producto del vasto poder de Nina de no sólo hablar telepáticamente a larga distancia, sino que también influye en el entorno más cercano de su receptor para que este no sufra de distracciones.

"No hemos podido capturar al Humagnus que nos indicaron. Daniel tiene problemas, por lo que..."

"Lo sé, leí su mente cuando lo conocimos y sé que en ese lugar debe estar una persona que le hizo daño. Trata que sea fuerte, Wes. El humano no puede interferir y arruinar la extracción de esa Humagnus. Iría personalmente, pero James está preocupado por una situación que involucra los intereses de la Liga".

"¿Algo que deba saber?".

"Por ahora no, primo. Necesitamos que sean rápidos y convenzan a la Humagnus, sea de manera voluntaria o a la fuerza. Tenemos que sumar más personas a nuestras filas".

"¿Qué pasó con buscar a Ann?"

"James no cree que sea de vital importancia".

"Debes mencionarle que Ann es una de los Elegidos".

"Lo hice. Pero como te mencioné, él está más preocupado por una situación que le exige ser el líder que su padre desea que sea".

Wes presiona su mano sobre el vaso de cristal que contiene jugo de fresa. Recuerda al padre de James, al temible Fuego Azul. Decirle no a él es sinónimo de muerte.

"No es tan malo el tío Edmund. Suele ser estricto pero hace lo correcto. Hablaré contigo mañana a la misma hora, Wes. Espero que me brindes buenas noticias para el entonces".

Sin más reparo, Wes siente como el mundo a su alrededor sigue su curso. Él suspira, a veces le gustaría permanecer en ese trance por más tiempo. Su visión recae en una chica que recoge los platos del lugar. Ella no le llama la atención hasta que la ve fijamente.

Su rostro es delicado, sus ojos son de color verde claro y lleva una malla que captura su cabello. Al verla se da cuenta que ella es justamente la chica que Daniel y él buscan. Averiguaron su nombre y el registro de Layla Turner fue que apareció. La Humagnus que buscan está frente a él.

Wes se pone de pie y sigue a la chica, quien se va hacia una habitación continua a la cocina. Ella deja los platos en un lavadero extenso. Ella se apoya en este lugar y agacha la cabeza.

―Necesito dormir.

Ella cae al piso y Wes atina a cogerla entre sus brazos. La malla que mantenía oculto su cabello cae. Él se sorprende que esta chica tenga el cabello castaño oscuro, ya que Daniel le contó que la chica que vio junto a Fred Preminger era rubia.

―Despierta...

Al pasar su mano cubierta por su guante de cuero, Wes espera que la chica se despierte. Pero ella no lo hace, sino que la puede ver respirando con regularidad, dándole a entender que ella se ha quedado dormida.