Capítulo 12

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Ramona estaba sentada frente al computador. Una intensa sensación la tenía en shock.

- Si - se dijo - es dolor.
Con enormes letras se anunciaba el compromiso del hombre que amaba con aquella mujer. ¿Pero qué diablos le veía él a ella? ¿Qué cosa tan especial podría tener esa mujer?

Era oficial. Lo habían anunciado en Facebook. La publicación del evento estaba repleto de comentarios positivos y felices. Cuantas ganas tenia ella de insultarlos a todos... sentía como si se estuvieran riendo de su dolor. Ella lo beso, pero no sirvió de nada.

- Tal vez Amy no lo sabe.

Una pequeña esperanza nació en su corazón, y por más que le afectara el compromiso, Ramona sabía que no podía quedarse sin hacer nada. Porque cuando lo besó sintió algo, y no tenía ninguna duda de que fue mutuo...

Más tarde, ese mismo dia, en el departamento Shamy.

Amy estaba en su habitación, aún quedaban unas pocas horas antes de la fiesta. Ya había comprado todo lo necesario con Penny, por lo que solo le faltaban dos cosas importantes por hacer. Primero, tenía que leer los documentos que Fernando... ósea que el Dr rosatti le había pasado. Aunque sabía que no era urgente, algo en ella le decía que después de la fiesta no tendría tiempo para hacerlo, así que entre antes mejor. Y segundo, tenía que ver que se pondría, esa definitivamente seria su gran noche y por lo mismo, quería estar a la altura.

Sheldon, por su parte, estaba sentado en el sofá. La ansiedad lo estaba volviendo loco, sus celos no lo ayudaban mucho. Y estaba muy cerca de sufrir un ataque de pánico cada vez que pensaba que tendría que estar con tanta gente en un lugar cerrado. Definitiva y lamentablemente, nada lograba distraerlo.

Sin poder hacer nada más que sufrir en silencio. Sheldon se dirigió a su habitación, en donde se encontró a Amy sentada en su cama, rodeada de documentos.

- ¿Qué haces? - dijo Sheldon fríamente

- Hmm, leo unos documentos del trabajo. - dijo Amy sin mirarlo - quiero terminar esto para poder disfrutar la fiesta sin problemas. -concluyo sonriendole.

Sheldon se demoró en darse cuenta de que documentos se trataban. No entendía muy bien por qué aquel compañero de trabajo de su prometida le causaba tanto celos. Pero era instintivo. Además, verla así tan concentrada y en su mundo lo hipnotizaba, si había algo en ella que lo volvía loco, más que sus atributos físicos, era su intelecto. Y no soportaba la idea de que ella compartiera sus ideas con alguien más. Que se conectara con alguien más.

- ¿Esos son los documentos que tenías que leer?

- Si Sheldon. Tengo que leerlos para luego decidir cómo continuaremos nuestra investigación - dijo Amy haciendo una pequeña pausa- tu sabes muy bien cómo es esto.

Sheldon temblaba, las palabras "nuestra investigación" le resonaban en la cabeza. Le desagradaba no compartir eso con ella. Sin embargo, sabía que no podía hacer nada para evitarlo. El sería un novio comprensivo y maduro. Así que, usando su kolinahr, dijo:

- Bueno Amy. Iré con Leonard para que trabajes tranquila.

A penas salió del apartamento se apoyó en la puerta y pensó:

- Oh buen dios. Estos tres meses sí que serán difíciles.

Horas después

Sheldon y Amy estaban en su departamento. Ella estaba en el baño, mientras que él terminaba de acomodarse la corbata en su habitación. En el departamento 4A los estaban esperando, y la ansiedad de Sheldon era palpable en el ambiente.

En ese momento Amy salió del baño. Vestía el mismo conjunto que cuando hicieron el amor por primera vez, solo que ahora estaba sin medias, lo que significaba que ella dejaba ver sus hermosas piernas.
Sheldon la miro e inmediatamente comenzaron los tics. Estaba intentando controlarse pero su memoria eidética lo traicionaba, y aquella vixen debía saberlo. Verla así le traía un montón de imágenes inapropiadas a su mente. Imágenes difíciles de manejar cuando se está rodeado de personas y no la puede tener sola y exclusivamente para él.

Amy lo miraba, con sus profundos ojos verdes. Las palabras sobraban. Ella se acercó lentamenente a su prometido. Mientras que lo hacía, el físico teórico se iba perdiendo en aquellos ojos, sus ojos. Suavemente ella tomo su cara entre sus manos y lo atrajo a ella para darle un profundo y sensual beso en los labios. Sheldon no se demoró en reaccionar, la tomo de la cintura para acercarlo aún más a él. Para que no existiese ninguna separación entre ellos. Ni espacio ni tiempo. El beso estaba tomando ritmo, estaba perdiendo la noción cuando desde la puerta Penny gritó:

- ¡Hey chicos, apúrense que ya los estamos todos esperando!

Amy se separó lentamente de su prometido. Aun con su sabor en los labios. Sus manos se movieron a su corbata para terminar de arreglársela. Lo tomo de la mano y se dirigieron a la puerta.

- Va a ser una grandisima fiesta- penso Amy.

Lamentablemente, había alguien más que pensaba exactamente lo mismo...


El tropiezo definitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora