Void Stiles #2

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Les puse la canción de cuando los onis entran en el hospital, me gustó mucho porque le pegaba un montón a la escena y vOID STILES ESTABA PA COMÉRSELO BYE

Título: Blanca
Palabras: 1808
Advertencia: Ninguna

Pizza con piña. Tú madre te había puesto pizza con piña y una Coca-Cola zero para almorzar en el instituto.

— Maldita traidora. —Susurraste mirando con asco tu almuerzo. Lydia, que estaba sentada al lado tuyo, empezó a burlarse de ti.

Estaban todo el grupo sentado en la cafetería, excepto Stiles. Él estaba en el hospital. No sabían muy bien que le sucedía, pero entre que Scott tenía una teoría, y el Sheriff Stilinski otra, preferías mantenerte a raya. No estabas preparada para más problemas sobrenaturales.

Nadie lo quería decir, pero todos lo sospechaban. Todos sospechaban que él había vuelto. Pero obviamente, tú no sabías de su existencia, y nadie parecía querer contártelo.

— Si quieres me lo como yo. —Interrumpió Liam, justo a tiempo para evitar que le estampases la pizza en la cara a tu mejor amiga.

Tu mirada voló directamente hasta el chico, que tenía tu edad. Lo conocías desde que llegó a este instituto, y debido a un error de la manada, descubriste por accidente toda la verdad. Desde entonces, Lydia y tu se habían vuelto mejores amigas, al igual que tú y Liam. Ambas, tú y Lydia, se dieron cuenta de que eran demasiado iguales, y bueno, Liam era de tu edad y por eso tenían más confianza entre ustedes.

— Liam, ¿estarás de coña, no? Es puta piña. Es un maldito pecado. —Dijiste frunciendo el ceño.

El chico se encogió de hombros.

— Estoy creciendo. Mi médico dice que tengo que comer más. Y además, es pizza. El pecado sería no comérsela. —Soltó como si nada.

Con mala gana, metiste la pizza de nuevo en su pequeña caja, y se la tiraste a tu mejor amigo.

— ¿Sabes qué? Cómetela. Pero no me vuelvas a hablar en tu vida.

Él ignoró tus palabras, y se comió el pedazo de pizza en menos de cinco mordiscos. Su cara de felicidad te daba náuseas, y decidiste que lo mejor sería irte al baño hasta que se te pasase el mareo.

— Chicos, voy al baño. Si veo otra vez la cara de Liam, creo que vomitaré. Con amor. —Hablaste lo suficientemente alto para que el resto de la manada, que mantenía su propia conversación al otro lado de la mesa, te escuchara.

Cogiste tu bolso, y tras darle un beso en la mejilla a tu mejor amigo, el cual tenía una mueca de tristeza, te giraste hacia la salida de la cafetería. Caminando hacia las puertas, pudiste escuchar una última frase por parte del Alpha.

— ¿Que hiciste ahora, cachorro? —Sonó con burla la voz de Scott.

Con una sonrisa, caminaste hasta el baño de chicas más lejano. Cuanto menos público, mejor. Lo único que no compartías con Lydia, era su pasión por destacar frente a todos.

Tras cruzar un par de pasillos, y escuchar a una pareja liarse en algún armario, llegaste al baño. Como pensaste, estaba totalmente vacío. Con comodidad, soltaste el bolso en la encimera, y te miraste en el espejo. Arreglaste ligeramente tu sujetador, ya que era de mucho push-up. Tenías tan pocas tetas, que hasta Lydia te había obligado a ponerte eso esa misma mañana, cuando te vio bajar con la camisa cayendo de forma lisa por la parte delantera de tu cuerpo. Algo denigrante, pensabas tú. Pero quien le dice no a Lydia.

Imaginas/One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora