Ajeno

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La primera cosa que aprendió Loki durante tu viaje, fue que hay personas, que aunque las quieras, son ajenas, no pertenecen  a nadie. 

Lo aprendió con su amado Fenrir cuando llego a la tierra, aunque cada célula de su ser amaba a Thor, no podía sentir ese enamoramiento pasional y loco que duro toda la vida mortal de Fenrir, una vida  que no fue demasiado larga, El era un aventurero, amante de la naturaleza, con su mirada de niño travieso y sus aventuras alocadas, aun Loki siendo un Dios tenia problemas para encontrarlo cuando su vida resultaba demasiado monotonía sin el.

Aprendió a amar sin demasiadas urgencias, a compartir su amor con la chica en turno, con  la seguridad y entregada de quien se sabe dueño pero no poseedor, se curo de los celos, de la posesividad que consumía su vida lentamente, se conformaba con lo que el podía ofrecerle, le daba su amor paciente y medido, 

Fenrir, oh amado Fenrir, aun ahora lo recordaba, su cabello demasiado corto, su sonrisa taimada, sus planes agresivos, su amor sobraba para morirse por Thor,  seguir fielmente enamorado de Fenrir, esa lección, que Thor había grabado con fuego, Fenrir se la enseño con la falta de maldad con la que hacia todo.

Siglos después, cuando conoció a el amigo insignificante de Thor, el hombre de metal Iron Man, no pude dejar de notar, que parecía la reencarnación atormentada de Fenrir, no pude evitar sonreir, lo que Thor no sabe, no le puede hacer daño.

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